Siempre lo digo, y supongo que siempre lo diré: me gustan las películas con un fuerte componente teatral como 'The Humans', malicioso drama familiar en torno a la noche en la que los Blake se reúnen para celebrar el Día de Acción de Gracias. A medida que van pasando los minutos, la imagen de la familia feliz comienza a resquebrajarse y a romperse en pedazos para dar paso a seis personajes disfuncionales, cargados de traumas, miserias y secretos que se van revelando poco a poco, momento a momento, palabra a palabra.

Más o menos lo habitual en estos casos. Ni la primera impresión es la que cuenta, ni será la que quede al final. En realidad, como la vida misma. Las miserias de la gente no suelen estar a simple vista de cualquiera. Por algo donde hay confianza, da asco. No obstante, como la mayoría de las producciones antecedidas por el logo de A24, 'The Humans' no es el típico drama discursivo inspirado en una obra de teatro: Cuenta con un fuerte componente audiovisual que dota a la película de una personalidad particular, propia y distintiva.

Un omnipresente lenguaje que no da tregua a nuestra atención, con la que se juega de forma sutil pero constante. Una película orientada hacia lo visual acompasada por elementos del thriller psicológico, el drama doméstico, la comedia negra o incluso del cine de terror (tirando a "elevado", supongo) para convertir esta celebración familiar en un confesionario que, cómo no, aunque sólo sea por lo bien que queda decirlo, explora los miedos existenciales del decadente sueño americano y de una sociedad desencantada con la realidad.

Una historia épica e íntima a la vez, que dice su propio guionista y realizador, en la que la imagen acaba siendo tan poderosa o más que lo que se dice o se deja decir. De mucho un poco y de todo para nada. Una película que, como todas aquellas armadas por el diablo con inquietudes, ambiciones y orgullo, suponen una apuesta para el espectador igual de arriesgada que de tentadora, en potencia igual de frustrante que de estimulante. Al fin y al cabo hablamos de A24, compañía que no le tiene miedo a lanzar una moneda al aire.

Y 'The Humans' es una película de las que desafían a un espectador al que no se lo pone ni fácil ni cómodo, que requiere tu atención, reclama tu respeto y ansía tu devoción. No es desde luego "para pasar el rato", siendo una producción "grave" y "seria" cuyas múltiples capas y lecturas piden un poquito de por favor. Como película, una obra intimidante y muy aseada, tan bien rodada como interpretada; como obra, una producción fragmentada y muy críptica, tan en apariencia notable como quién sabe si, en el fondo, hueca y demasiado confiada.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex