Si algo funciona, ¿por qué cambiarlo? Hace cinco años Neil Marshall sorprendió a unos y a otros con 'The Descent', la que para quién suscribe estas líneas es una de las mejores y más logradas películas de terror de los últimos años. De ahí que no pierda ocasión para alabarla. Máxime, cuando para muchos el prestigio adquirido por Marshall con esta cinta desapareció por culpa de la siguiente, la incomprendida 'Doomsday', un film muy diferente en resultados e intenciones, gozoso y desprejuiciado homenaje al cine de serie B de los 80.

Su esperada secuela reune prácticamente al mismo equipo creativo, si exceptuamos que Marshall ejerce sólo como productor y cede las riendas de la dirección al debutante Jon Harris, montador de la primera entrega. Tanto monta que monta tanto, el resultado viene a ser prácticamente el mismo, y la única distinción evidente que podemos hacer entre ambas cintas es la pérdida del factor sorpresa. Por demás la decisión está clara tanto para aquellos que gustaron como para los que no, y más o menos nos encontraremos con lo mismo que nos hizo amar u odiar la primera entrega. Repetimos, y a mí me daban dos, así que no hay mal que por bien no venga.

Muy probablemente esta secuela sea de ese tipo de producciones en donde los fans y los detractores coinciden a la hora de destacar los mismos detalles, salvo que la valoración de lo mismo será totalmente opuesta y radical. Como se suele decir 'The Descent: Part 2' no inventa nada y no se aleja en mucho de los parámetros del original, por otro lado un film mucho más consistente de lo parece a simple vista. Su historia y sus personajes aun estando perfilados convenientemente son intrascendentes, aunque efectivos en su mayoría la cinta acaba por abusar de los sustos surgidos del punto más oscuro de la imagen, y a pesar de la tensión de buena parte de su metraje al final uno se queda como al principio... pero esta es parte de la esencia del género, y cuando se hace como debe de ser el resultado sigue siendo un buen film de terror, o cuanto menos de apreciable disfrute para el entendido en la materia.

'The Descent: Part 2' no es una secuela apresurada y simplona sin más, como por ejemplo lo era el 'El regreso de los malditos'. Se nota que sus responsables se han esmerado en honrar la memoria del primer film, que conocen a sus espectadores y saben en donde hacerse fuertes a la hora de construir su relato. Aun habiendo, como es de suponer, un interés comercial tras su concepción, este no se ha impuesto del todo a un deseo creativo por ofrecer un film algo distinto dentro de lo mismo, abiertamente de género y reconocible en su deuda con el primero sin por ello ser del todo dependiente, pero por encima de todo destacable como simpático y efectivo. Cumple con buena letra y nota el expediente de ofrecer unos 90 minutos que merece la pena ver para aquel que los quiera mirar.

'The Descent: Part 2' nunca dejará de ser una buena opción para todo aquel que sienta alguna afección al género de terror, y tal vez para quién no la sienta pero se deje llevar con facilidad. El ambiente opresivo en la oscuridad de las cuevas en donde transcurre la acción sumergen al espectador en un mundo en donde se esconde el consiguiente susto a cada paso. No hay descanso, en cualquier momento y en cualquier parte. Pero no por conocido deja de ser efectivo en la mayoría de ocasiones en las que se hace con buena mano. "Puto bicho", como se oía decir por la sala...

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex