'Sputnik' - Alguien voló sobre el nido del alien
'Sputnik' no es 'Alien', pero bien que le gustaría serlo. La película de Ridley Scott es un referente claro y evidente, un punto por encima de lo habitual y casi en exclusividad de esta película dirigida por Egor Abramenko que no termina de estar, ni a la altura de su más que interesante premisa ni mucho menos de la icónica e inalcanzable película de 1978.
El problema de 'Sputnik' lo encontramos, al menos en parte, en que se trata de una película rusa. Y por lo visto en otras superproducciones rusas recientes, por más que por fuera puedan proyectar un encanto similar al del cine comercial occidental, siguen teniendo "ciertas cosillas" que nos recuerdan que vienen "del otro lado del mundo".
'Sputnik' es una intrigante película de serie B que a diferencia de por ejemplo 'Life (Vida)', probablemente, el mejor sucedáneo posible de 'Alien', se va alejando de dicha condición a medida que avanza. Como si se avergonzase de ser "tan sólo una película de serie B" cuando ese fue, precisamente, uno de los grandes aciertos de 'Alien'.
Una apuesta firme y centrada suele ser el 50% del trabajo. Luego saldrá bien o mal, pero el resultado al menos estará apuntalado por la determinación de quien está donde pretendía estar. 'Sputnik' sin embargo, en su aparente ambición por "ser puta y señora la vez" se descentra y desorienta, dejando que su potencial se disperse por el suelo.
'Sputnik' recurre a lo típico y tópico para intentar salirse por la tangente, lo que lejos de reforzarla la ahueca y debilita. Si a eso le sumamos un ritmo desgarbado, se dinamita su condición de esforzado y juguetón relato de serie B con efectos especiales de serie A. Un buen intento algo lastrado por su temor a ser despreciada o tan sólo para fans.
Un exceso de complejo y metraje siendo además una producción muy rusa a pesar de su aparente vocación internacional. Algo que de por sí no es nada, si bien en este caso ayuda a reafirmar sus otros defectos al son de su persistente banda sonora, así como su condición de apreciable pero frustrante perro del hortelano (venido de fuera).
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Yo que soy un fan incondicional de 'Alien, el octavo pasajero' desde hace casi 25 años no he podido evitar encontrar similitudes con esta 'Sputnik'; pero más que por alguna pequeña similitud en el argumento, me lo planteo como un escenario alternativo donde el xenomorfo hubiese llegado a nuestro planeta y la Weyland-Yutani lo hubiese retenido para hacer experimentos con eso e intentar que llegase a formar parte de su arsenal.
La película de Egor Abramenko apunta a esa dirección, si bien por su sinopsis y cartel pudiese parecer que intenta ser una de esas películas con amenazantes extraterrestres, solo que venido de Rusia en lugar del tradicional espacio de este tipo de largometrajes que es el cine estadounidense. Y es por eso que falla.
Es evidente un cambio de rumbo hacia la mitad del filme pasando de ser una historia de ciencia-ficción a un drama que parece ser introducido con indecisión por la torpeza en la que se pasa de un campo a otro, no hay una transición clara y ni siquiera se ve venir, simplemente sucede y ya. Si quieres te lo tragas y si quieres no, eso ya depende de la tolerancia de cada uno; seguramente más claridad en dicha transición o haberlo vendido como un drama envuelto en ciencia-ficción habría ayudado al conjunto.
Por lo demás, en términos de escenarios y efectos especiales no desentona, si bien es verdad que tampoco son una cosa de otro mundo. Claro que mejor quedarse corto y ser efectivo que ir de ambicioso y naufragar.
No pondría a 'Sputnik' como una bazofia ni como una película fantástica, me lo tomo como una curiosidad que es bienvenida al querer introducir un matiz al bastante explorado tema de 'amenaza de otros planetas'; quizás con un poco más que determinación el resultado hubiese sido más grato.
6
La misteriosa criatura es absurdo el modo en que entra en contacto, lo que coño hacía por allí en primer lugar, pero luego acojona; y la protagonista, Oksana Akinshina, está notable.
Los efectos visuales son mejores que los de muchas pelis americanas.