'Spider-Man: Cruzando el multiverso' - Pasión y responsabilidad
Al igual que ya lo fueron 'Spider-Man 2' y 'The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro', esta primera secuela de 'Spider-Man: Un nuevo universo' es una estupenda secuela que realza y potencia las virtudes de su antecesora. También sus vicios, siendo en la práctica una continuación que lleva uno, dos o tres pasos más allá lo visto en la primera. Tanto lo bueno como lo no tan bueno. Una auténtica secuela "más grande, más larga y con cortes" que arrolla a su paso de paso que ratifica que pueden hacer las películas que quieran de Spider-Man que, al igual que ocurre con Batman, mientras conlleven la responsabilidad con tanto honor, orgullo y entusiasmo siempre nos quedaremos con ganas de más.
'Spider-Man: Cruzando el multiverso' no sólo es mejor que la anterior; también es uno de los blockbusters más completos de los últimos años y a nivel visual, una de las producciones más fascinantes y desacomplejadas que haya respaldado nunca un gran estudio. No hay razón para pensar que no vaya a gustar a los que ya les gustó la primera, ni consuelo que alivie la desazón de tener que esperar tantos meses para ver cómo acaba. Al menos serán "sólo" diez meses y no tres años como con 'El imperio contraataca'. Una película que a pesar del "continuará" se siente, lo dicho, muy completa. Como cine, secuela y blockbuster; como una de animación, de superhéroes o de multiversos.
Una producción altamente satisfactoria que te obliga a estar muy pendiente, dado lo imprevisible de su alocada genialidad y su abrumadora esquizofrenia visual. Además, sostenida por un armazón dramático bien armado que respalda con endiablado entusiasmo unas intenciones que por descontado, van más allá de la extensión gratuita de un éxito comercial o de rendir pleitesía a los superhéroes, a la animación o al multiverso de la (en este caso) auténtica locura. Los Daniels seguro que la disfrutan. Sam Raimi, también. Y todo pagado por una Sony que igual, quien sabe, debería dejar todo su Universo Marvel en manos de su división de animación y sentarse a mirar (y a disfrutar) desde la barrera.
Porque este Spider-Man apesta a lo que por ahora no huelen 'Venom' y compañía: A pasión y responsabilidad. Una incontenible y desbocada pasión por lo que se está haciendo y un extremo sentido de la responsabilidad; hacia el personaje, su historia, lo que representa, la animación, el propio cine o el espectador. A veces en dosis excesivas: Porque a veces su intermitente seriedad emocional corta un poco el rollo, su interdisciplinariedad plástica resulta demasiado caprichosa o su desenfrenado entusiasmo metatextual es un caos tan arrollador como confuso. Es lo que tiene ir a por todo con tanto ímpetu y determinación: que arrollas todo en tu camino -interrumpido- hacia el Olimpo.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
La forma de terminarla...mal. E influye en darle el redondeo de la puntuación al alza o a la baja. Pero por lo demás, las notables sensaciones pueden con ese fallo.
Nota: 7'5