'Saw VIII' - Jigsaw ha vuelto
A 'Saw VIII' le ocurre un poco lo mismo que a 'The Walking Dead'. O más bien, lo mismo que parece que ocurre con esta serie que este año también estrena su octava entrega. Aunque sólo sea por decir algo. La sensación de que hay quién sólo la ve y/o dice que la ve para poder criticarla a gusto. De aquellos que parecen más empeñados en hundir lo que no les gusta en lugar de ensalzar lo que si. De perder su tiempo en lugar de aprovecharlo. De aquel "Siempre negativo, nunca positivo" que dijo una vez un holandés que vete a saber.
La sensación ahí está, que sea cierta o no, ya es otra historia.
La incógnita que plantea esta resurrección de la franquicia, siete años después si las cuentas de IMDb no me fallan, queda prácticamente resuelta a los pocos minutos. Y a medida que avanza más claro, agua. No se trata de ninguna reinterpretación de la franquicia, ni de darle un vuelco a una fórmula que alimentó siete películas estrenadas en otros tantos años de manera consecutiva. Es lisa y llanamente, la recuperación de una tradición que llego a ser tan popular como la de aquel calvo del anuncio de la lotería de Navidad.
Y que se le eche de menos tras anuncios como el de este año, también.
Dicho claramente, 'Saw VIII' es una más. La octava entrega de una franquicia que vive de una idea genialmente planteada por James Wan y Leigh Whannell en 2004. Y como la primera, nunca habrá ninguna... por mucho que alguien en nuestro país se empeñase en hacerle la vida imposible a una sexta parte que, para el caso, como cualquier otra ya esté rodada en 70mm o en 3D. Una más que reincide, como ha de ser cuando de una costumbre se trata, en lo que hasta ahora ha sido santo y seña de la franquicia. Ni más, ni menos. Ni menos, ni más.
Y todos contentos a poder ser, los conformes y los no tan conformes.
Los hermanos Spierig se aplican en llevar este encargo a buen puerto, con suma elegancia, y con suma educación. Y cumplen de sobra al construir este acertado "eco" que dentro del contexto actual, dominado por los churros mojigatos y políticamente morales de compañías como Blumhouse, incluso se siente como un cálido abrazo equivalente, para aquel que disfrutaba de las anteriores, a regresar a esa casa del pueblo a la que hace años que no volvías. Como volver a disfrutar de Mulder y Scully aunque a estas alturas, no sea lo mismo.
Y no es lo mismo porque por mucho que nos empeñemos, tampoco somos los mismos.
Y a este nuevo 'Saw' no se le puede echar en cara nada en particular, salvo aquello que ya se le podía echar en cara antes de que el found footage acabase con su reinado en 2009. Si acaso el paso del tiempo, que ya no esté de moda lo del torture porn o que nos hayamos aburguesado un poco. Pero siendo positivos, 'Saw VIII' es lo que ya sabes que es, esté más o menos logrado. Por lo que la decisión es rematadamente fácil. Aunque de terror vaya tan justo como cualquier otra película "de terror", al menos conserva lo que la hizo "especial"...
... la capacidad para generar ese genuino e instintivo nerviosismo ante lo inminentemente desagradable.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Le doy un 5... que posiblemente sería menos si hubiera salido al año siguiente de la séptima.
Sigue siendo Saw. Vamos, no han matado la saga.
No aporta nada nuevo pero es puro entretenimiento
Un 6.
Para mí si la han matado. Era una oportunidad para reinventarse, y no la han aprovechado. La película cumple, pero al igual que sucede con las de Halloween, no da para una franquicia. Es un punto y final.
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