'Pasajero oculto' - En volandas
Voy a ir al grano: Me lo he pasado teta con 'Pasajero oculto', un cruce entre cine bélico y fantástico tan sencillo y pragmático como al mismo tiempo arrebatador y altamente eficaz. No es fácil mantenerse tanto en el aire con tan poco, y sobrevivir a un vuelo durante el que prácticamente no salimos de un destartalado avión de combate acosado por los fantasmas de la II Guerra Mundial. Una delicia para todo aquel que se suba a bordo, en un trayecto aéreo que hará las delicias de los pasajeros de aerolíneas como 'Con Air'.
'Pasajero oculto' es una especie de episodio extendido de 'En los límites de la realidad' que durante buena parte de su metraje remite al 'Enterrado' de Rodrigo Cortés, con una Chloë Grace Moretz tan entregada a la causa como lo estaba Ryan Reynolds en aquella. Una especie de 'Overlord' sin tantas ataduras ni reparos industriales. Un claro y vocacional divertimento pulp y de serie B que sorprende por su buena factura, pero también por su puesta a punto de una idea que después de todo, logra que no sea tan... ¿ridícula?
Que hasta parezca tener todo el sentido del mundo, allí, a nosecuantos mil pies por encima del suelo. Hay que echarle cojones. U ovarios. No sé si es la palabra, ni tampoco si sale a cuenta valorar una película como 'Pasajero oculto' en los mismos términos que películas como 'Cadena perpetua'. No porque no hablen el mismo lenguaje, sino por la desvergüenza con la que convierte su vergüenza en orgullo. Desde el guión hasta la dirección pasando por una banda sonora que no por casualidad, remite a la época dorada del VHS.
'Pasajero oculto' no busca tu respeto, si no que la abraces como un bebé abraza y se aferra por las noches a un peluche. Puro instinto evasivo y sociofestivo. Como por ejemplo 'Free Fire', una constante y elegante huida hacia adelante que ahoga cualquier posible resquemor o reticencia mediante la determinación con la que tira hacia adelante. Siempre hacia adelante, sin dudar. Sin miedo ni vergüenza. Durante 70 y pico trepidantes minutos en los que todo se reduce a una sola cosa: Dejarse llevar en volandas.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
pero que mala por el amor de God, tiene un inicio prometedor que se va diluyendo conforme avanza el metraje hasta convertirse en solo propaganda pseudo-feminista con varios "wtf" hasta llegar al ridiculo final
1/10