'Novocaine' - ¿Cómo se llamaba?
Nathan Caine no siente dolor. Es por descontado lo más característico de 'Novocaine', comedia de acción que recordaremos por ser aquella en la que el protagonista no siente dolor. Por ser aquella en la que el tirillas de Hughie reparte como si fuera Carnicero.
Es lo más característico, pero no lo que la define: que el protagonista sea un tirillas que en otra película no tendría ni media hostia. En la práctica y en esencia, es un tío normal al que el amor y no sentir dolor le confieren un superpoder: no tener miedo.
¿Miedo a qué? A enfrentarse a cuatro delincuentes sin escrúpulos para recuperar a su querida, que es en resumen de lo que trata esta 'Novocaine', una de esas violentas comedias de acción que no pretenden nada más que hacernos pasar un buen rato.
Lo consigue, y además con dignidad, presentando una amena hoja de ruta que cuenta con las debidas variaciones sobre el clásico leitmotiv del género para sentirse fresca; cuanto menos, en una medida lo suficientemente satisfactoria... ¿como para hacer una secuela?
Ummm, no. Tanto no.
'Novocaine' saca provecho de su premisa, la cual le permite bañar todo de un afinado humor negro. Pero no deja de ser una gracieta, tan resultona como saciante, que a grandes rasgos no hace más que cumplir con lo prometido, con su deber como comedia de acción.
Con sobria violencia, pero sin grandes alardes ni grandes lujos que hagan pensar en un futuro brillante para sus directores; o que al hijo de Dennis Quaid vayamos a dejar de conocerle por ser el hijo de Dennis Quaid en la vida real y de Simon Pegg en la ficción.
Tiene presencia y carisma como ese incierto "vecino de al lado" como también demostró en 'La acompañante', pero también le falta presencia y carisma para ser algo más que dicho "vecino de al lado". Un poco, tal para cual, lo que ocurre con la propia 'Novocaine'.
O sea, algo resultón, en una de esas comedias de acción cachondas, violentas y honestas que cumplen, de sobra como divertimento pero cuyo vago recuerdo despacharemos con un "ummm... ah, sí, aquella de Daniel Radcliffe con dos pistolas clavadas a sus manos".
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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