'Little Monsters' es una comedia de zombis. Un subgénero recurrente al que ahora se apunta Lupita Nyong'o. Y una comedia con poco o nada de terrorífico en la que los zombis, posiblemente, los peores que se hayan visto nunca en una película de zombis en la que aparece alguien más o menos famoso, son su principal problema.

Mal vamos si en una de zombis lo que fallan son los zombis. Además, en 'Little Monsters' falta sangre, y falta mala baba. Falta suspense, incertidumbre, y falta valentía. Falta explotar una premisa que acaba reducida a eso, a una premisa adornada por la -eso sí, cabe reconocer- carismática presencia de Lupita Nyong'o.

Una premisa convertida, como la de 'Ovejas asesinas' de 2006, en una mera excusa para un póster (potencialmente) molón. En una premisa reducida a reincidir en los tres chistes que la fundamentan, y lo dicho, debilitada por unos zombis que rompen cualquier suspensión de incredulidad. Con o sin niños de por medio.

Lejos quedan los logros de la sempiterna 'Shaun of the Dead', los cuales por descontado iban mucho más allá de su apariencia. Como ya comprobamos por ejemplo en 2014 con 'Dulces criaturas', otra película que mezcló nombres, zombis y niños de manera harto trivial. Como si fuera una mesa plegable de camping (de las baratas).

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex