'Las flores perdidas de Alice Hart' - Somos nuestra historia
La adaptación televisiva de la novela de Holly Ringland es lo que se dice una serie (muy) bien hecha de (muy) buena presencia. Todo luce a buen nivel, y lo que no lo hace es porque directamente es notable, como su dirección de fotografía. 'Las flores perdidas de Alice Hart' es, por resumir, el tipo de serie que parece concebida para estar en la carrera por los Emmys. Pero sobre todo y a pesar de su estreno en pleno verano, para ser una serie "importante".
Una producción de virtud y/o virtudes incuestionables que sin embargo peca de cierta literalidad. Aun sin haberse leído la obra original, uno siente que está demasiado apegada a la palabra escrita, lo que a menudo retiene la emotividad y agriadad de una historia que por otro lado se plasma de manera demasiado cerebral. Demasiado consciente (y orgullosa) de una gravedad que le viene heredada de la obra que traslada a la pantalla y que no termina de hacer suya propia.
Esto no pone en entredicho su categoría como serie, pero su a menudo moroso deambular y ritmo glacial devienen en una obra bellamente mostrada pero por un lado demasiado contenida y formal, y por el otro demasiado encauzada y preocupada por no salirse del guión. Más que dar el salto a la pantalla la obra parece haberse caído sobre la pantalla, intentando hacer valer sus valores sin haber profundizado del todo en el proceso de trasliteración de un medio a otro.
'Las flores perdidas de Alice Hart' es en cualquier caso una buena serie que tiende hacia el notable y la satisfacción. Está bien escrita, bien interpretada y bien filmada, siendo una obra a la que pocos le podrían discutir una nominación al Emmy. Ahora bien, ni la obra ni la historia se adueñan de la pantalla y el espectador como debieran, siendo que genera más respeto que emoción. Siendo una serie notable que sin embargo parece que lo es antes que parezca serlo de verdad.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex