'La vida soñada de Miss Fran' - Empezar a vivir
Hay gente que a veces piensa en la muerte. En su propia muerte. Gente como sin ir más lejos Fran, quien lleva una vida aburrida, sosa, monótona y sobre todo... solitaria. Una existencia lo que se dice triste. Gris y muy triste. Normal que a veces piense en morir cuando la vida le ofrece tan poco.
'La vida soñada de Miss Fran' es, básicamente, la historia de una mujer introvertida, melancólica y en gran medida aislada del resto del mundo que tras la llegada de un nuevo compañero de trabajo empieza a intentar conectar con lo que le rodea. Intenta, en resumen, darle sentido a su existencia.
Empezar a vivir.
En la línea de títulos como 'Perfect Days', la película se centra en esas pequeñas cosas ordinarias del día a día que aportan algo de gracia a nuestras vidas. En palabras de su propia realizadora, Rachel Lambert, "en esos aspectos de la vida humana que a menudo pasamos por alto o damos por sentados, y que en realidad están llenos de carácter, humanidad o humor".
Para Fran imaginar su propia muerte es algo incluso poético. Y una evidente liberación. La forma de escenificar una frustración vital que se siente incapaz de revertir y con la que cualquier adulto se puede identificar a su manera. ¿Está siendo mi vida plena? ¿Tiene sentido? ¿Lo estoy haciendo bien? Son preguntas que todos nos hacemos tarde o temprano.
La vida es duda.
'La vida soñada de Miss Fran' es una obra sosegada, delicada y reflexiva, incluso relativamente monótona durante la que como se pueden imaginar no pasa gran cosa (salvo la vida). Como dice la propia Fran, su vida es tan sencilla, simple y escasa que no hay más que lo poco que ves de ella.
Poco. Pero más que suficiente. Como la propia película, un drama escueto, íntimo y minimalista sobre el sentido de una vida aburrida, sosa, monótona y sobre todo... mundana y terrenal. Y sobre cómo hay que poner de nuestra parte incluso en algo tan simple (pero humano) como un abrazo.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex