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'La idea de tenerte' - Sin bajarse del autobús

Vía El Séptimo Arte por 04 de mayo de 2024
La idea de tenerte

Hacer cine es fácil. O al menos lo parece viendo películas como 'La idea de tenerte' o repasando la filmografía de directores como Michael Showalter. Y aunque pueda parecer un comentario despectivo, no tiene por qué serlo; porque hacer cine no es fácil aunque lo pueda parecer por culpa de precisamente películas como 'La idea de tenerte'.

Aunque no se trata exactamente de hacer fácil lo difícil, sino de mantenerse al pie del cañón durante casi dos horas como quien no quiere la cosa. Con sencillez, suma corrección y un alto sentido práctico. Películas como 'La idea de tenerte' no engañan a nadie, ni mucho menos a su público. Ni quieren ni pretenden inventar la rueda. Tan sólo hacerla girar.

Algo que hacen sin brillo o calidez, ni especial tacto o encanto, pero sí con honesta transparencia. No engañan, pero aún más importante: tampoco se avergüenzan de lo que son, por más que resulte evidente en todo momento que ni amagan con acercarse a los límites de su cómoda y acomodada zona de confort. Sin sorpresas (des)agradables, por favor.

Son películas agradecidas por cuanto ofrecen lo que son, adscritas a un género y/o modelo que las limita pero al que sirven en igual medida con la eficiencia de quien sólo cumple con su trabajo sin pretender destacar, ni para bien ni para mal. El citado Michael Showalter, un director tan blandito como idonéo para que el material hable (o se estanque) por sí mismo.

Ahí es donde entran en juego una novela de éxito como la de Robinne Lee o el saber estar de una actriz como Anne Hathaway. ¿Por qué arriesgarse? ¿Qué necesidad hay de salirse de un camino tan bien trazado cuando el cine, al menos en apariencia, puede ser así de fácil? Sota, caballo y rey. Michael Showalter, Robinne Lee, Anne Hathaway... y Prime Video.

Está claro que no, que 'La idea de tenerte' no es estrictamente una gran película. Puede que tan siquiera sea una película, estando mucho más cerca de ser un blandito y complaciente producto de diseño sólo para groupies. Pero no se le puede negar la convicción de aguantar al pie del cañón durante casi dos horas sin desfallecer. Como si tal cosa.

Como si no le hubiese costado ningún esfuerzo, siendo en resumen por este motivo por el que películas como 'La idea de tenerte' hacen que parezca fácil hacer cine. Porque aunque pueda no ser nuestro tipo ni puede que tampoco nuestra irrealidad, no cuesta ningún esfuerzo verlas hasta el final. Ni mucho menos sentimos haber perdido el tiempo.


Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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