'La hija' - Crónica de una tragedia (in)evitable
En una época en la que es muy común valorar cualquier película sin término medio como "la mejor" o "la peor", es una tentación muy grande comenzar diciendo que 'La hija' es la mejor película de Manuel Martín Cuenca. Lo sea o no, que en verdad ni lo sé ni me importa, sí es una película que funciona muy bien, tanto a la medida de sus elementos como de sus ambiciones. También, para quien esto suscribe una obra más redonda que 'Caníbal' y 'El autor', los otros dos (no tan, tan) apreciables thrillers por los que ubico en este nuestro mundo a Manuel Martín Cuenca.
En 'La hija' el cineasta presenta un tenso thriller cocido a fuego muy bajo que remite a películas como 'Perros de paja' de Sam Peckinpah, así como a otros posibles derivados patrios de los años setenta y ochenta que mi memoria no acierta a concretar. Es una imagen muy vivida pero a la vez muy difusa para mi desgracia, siendo un tipo de cine hacia el que soy particularmente afín y en donde casi a cámara lenta se asiste a la crónica de una tragedia (in)evitable. Casi dos horas a la espera de que suceda aquello que de una u otra manera sabemos que sucederá.
Lo dicho, lo que de alguna manera es (in)evitable. Por algún lado tiene que reventar. O de lo contrario nos sentiríamos engañados, pues se trata de una certeza por supuesto fundamentada, totalmente respaldada y alimentada por un guión y una dirección que desde el primer momento se aplican en desarrollar una sensación de calma muy intensa, y por supuesto, tensa. Una sensación de plácida incomodez y de violencia soterrada pidiendo la vez que arropa al filme de principio a fin mientras con calma, van pasando los minutos y solapándose los acontecimientos.
El arte de dilatar una narrativa enfocada en saborear cada giro, causa y efecto de un desarrollo dramático que si bien no está reñido con la sorpresa, apuesta más por la angustia (im)paciente asociada a un destino trágico que tememos alcanzar. La hostia a cámara lenta que vemos venir desde Cuenca, siendo ese instante hasta el impacto lo más sentido, por cuanto nuestra mente se adelanta a un dolor inminente pero aún no infligido. Ese momento de certidumbre durante el que la vida se detiene y nos permite sopesar lo mucho (o poco) que nos va a doler.
Puede que 'La hija' sea la mejor película de Manuel Martín Cuenca. O tal vez no. Ni lo sé ni me importa, siendo algo en cualquier caso más importante y relevante: Una película que funciona muy bien, tanto a la medida de sus elementos como de sus ambiciones. La categoría como cineasta de Manuel Martín Cuenca queda totalmente enmarcada con esta elegantísima propuesta de paciente y parsimonioso suspense. Un exquisito ejercicio de estilo respaldado además por dos intérpretes en eterna buena forma como Javier Gutiérrez y Patricia López Arnaiz.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex