"Cuando ruedas una película ambientada en otra época, siempre es interesante ver cómo se relaciona con la nuestra. Te das cuenta de cuán pocas cosas han cambiado aparte del vestuario y el hecho de que ahora tenemos electricidad o internet. Hay muchas similitudes aún vigentes en el comportamiento humano, la sociedad y el poder".

Las notas de prensa de 'La favorita' comienzan con esta cita de Yorgos Lanthimos, director que diez años después de darse a conocer con 'Canino', la inclasificable e inolvidable 'Canino' presenta su filme por ahora más accesible. Más... para todos los públicos. Entre medias una trayectoria que progresivamente le ha ido apartando de la provocación del enfant terrible con complejo de Peter Pan en la que se sumen autores como Lars Von Trier.

No es que "se haya vendido" que dirían algunos. Es que Lanthimos ha evolucionado y, película a película, ha ido puliendo una personalidad que ha puesto al servicio de una historia: En este caso la de 'La favorita', una suerte de comedia negrísima que hubiera hecho las delicias de Stanley Kubrick. Un pensamiento este último que me bloquea totalmente: 'La favorita' es el tipo de comedia que hubiera hecho Kubrick de haber tenido sentido del humor.

Rebobinemos un momento: Ya mencioné a Stanley Kubrick a la hora de hablar del anterior trabajo de Lanthimos, 'El sacrificio de un ciervo sagrado'. Hasta ahora y a nivel dramático, "la película más lograda y equilibrada del realizador griego; también, la más accesible y a nivel formal, la más incontestable y a su vez, fascinante. Los ecos del cine de Stanley Kubrick hacen fuerte a esta obra con meticulosa frialdad y precisión quirúrgica". Lo dicho, hasta ahora.

Pues 'La favorita' es un paso más allá en la consolidación del cineasta griego que aúna forma y contenido, y en dónde el fino y sibilino humor negro se apropia de los matices que el miedo aportaba a aquel ciervo sagrado. Una ópera grandilocuente bajo cuya aparente ampulosidad palpita una humanidad que erradica buena parte de los efectos del talón de Aquiles de Lanthimos: Esa meticulosa, exquisita y calculada frialdad potencialmente artificiosa.

En parte por la historia, la propia historia y un guión muy bien perfilado. Y en parte, en una gran parte por la enorme aportación de Olivia Colman, Rachel Weisz y Emma Stone, a cada cuál más y mejor dando forma a un atípico triángulo amoroso que irradia tanto poderío y magnetismo como su preciosa (y preciosista) caligrafía. Una distracción ornamental compensada por el toque de calidez humano que aportan tres actrices en estado de gracia.

'La favorita' se desarrolla en el extravagante marco aristocrático de la realeza del siglo XVIII. Una historia oscura además de cómica sobre tres mujeres extremadamente dominantes que compiten con total desenfreno por el amor, el favor y el poder. "La película crea su propio universo lleno de vida" según las mencionadas notas de prensa de la película. Y es cierto: Un universo que vivirá por mucho tiempo en nuestras cabezas. Sea verdad, o mentira.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex