'La familia que tú eliges' - La sonrisa que nunca desaparece
'La familia que tú eliges' está bien. De hecho 'La familia que tú eliges' está... bien, simplemente bien aunque nos deje con la sensación de haber estado mejor que bien. Una sensación engañosa pero satisfactoria que se enfría y relaja con el paso de los minutos, y a poco que uno se replantee la película como lo que tampoco aspira o pretende ser.
La sonrisa al respecto eso sí, no desaparece.
Soy de los que piensan que a 'Green Book' el Oscar le quedaba muy grande. Me gustó, disfruté de ella. Pero al igual que 'La familia que tú eliges' estaba más cargada de buenas intenciones que de un verdadero interés dramático. Al igual que 'La familia que tú eliges', una película también concebida para que uno se sienta en paz con el mundo.
Y para que la sonrisa de uno no desaparezca.
'La familia que tú eliges' es el filete de pollo a la plancha que pides cuando nada de la carta llama tu atención. Una apuesta sencilla pero segura porque está resuelta con la debida sencillez y seguridad. Nada que objetar como cuando, es el caso, por descontado, la película le aguanta la mirada al espectador durante noventa (y pico) minutos.
Y sin dejar que la sonrisa desaparezca.
'La familia que tú eliges' es una moderna historia de amistad y aventuras al estilo de Mark Twain. También, una película "buenrollista" (o bienqueda) y aleccionadora, altamente competente a todos los niveles y con un reparto de lujo que funciona a la perfección de principio a fin. Cómo, dónde y cuando debe. Cómo, dónde y cuando pretende.
Y por supuesto, con una sonrisa por bandera.
Pero sobre todo, ante todo, una película honesta. Que se pone frente al espectador con las manos abiertas y los bolsillos del revés. Que desde el primer minuto pone todas las cartas sobre la mesa y boca arriba. Una especie de 'Swiss Army Man' más cercano, realista y servicial. Un buenísimo argumento para pasar la tarde con una sonrisa.
Con o sin un Oscar "bienqueda" (o buenrollista).
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex