'La deuda (Oliver's Deal)', o buen thriller dramático que, bajo su aparente corrección formal susceptible de la sobremesa, entrega una obra más sentida que el habitual cliché genérico para lavar conciencias con el que (intentar) hacer caja, en particular gracias al provecho que le saca el director de fotografía Bjørn Ståle Bratberg de la orografía del Perú. Sin duda un gran activo de esta obra "social" en contra del capitalismo despiadado -por supuesto- que entrelaza tres historias y que, con ecos al 'Babel' de Alejandro González Iñárritu o al 'También la lluvia' de Icíar Bollaín, combina en una sola dosis la efectividad de ambos títulos. Y sólo la efectividad.

No tanto a la hora de revolver conciencias o entrañas, replantearse tus inversiones económicas o alumbrar un nuevo modelo de día a día personal, pero sí a la hora de entretener con una elegancia y finura no siempre tan resuelta en el cine con tan clara vocación internacional. Porque, en primera o última estancia, el debut como guionista y realizador de Barney Elliott vendría a ser lo que se dice resultón. En donde todo se combina y se ajusta a necesidad de forma ordenada, limpia, clara, y la valentía es la moneda con la que se ha comprado un pasaporte en lo que bien podría interpretarse como la obra "social" de una entidad bancaria con la que maquillar nuestra conciencia sin esfuerzo ni riesgo por nuestra parte.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex