'Kill' - El tren del infierno
Resulta muy tentador describir 'Kill' como un 'The Raid' a bordo de un tren. Por algo el Festival de Sitges aprovechó para proyectar las dos juntas en una intensa sesión doble marcada por las hostias, los machetes y la sangre. Aunque también valdría definirla como una 'Alerta máxima 2' india con muchos civiles de por medio. Por valer, nos vale igual con el tal Lakshya haciendo de Steven Seagal.
Tanto monta que monta tanto. 'Kill' es una intensa y violenta película de hostias (como panes) a bordo de un estrecho tren de pasajeros que, a pesar de que el angosto entorno tiende a la repetición, funciona a la perfección cómo y cuando debe. Por algo resulta tentador describirla como un 'The Raid' a bordo de un tren: Porque en gran medida lo es, además, con mucho orgullo patrio.
Puede que salga perdiendo en la comparación con la película de Gareth Evans, la cual conserva intacta su prominencia trece años después, pero sale ganando respecto a la mayoría del cine, ya sea indio o no. Más directa, más atroz y cruda, más realista y hasta cierto punto convincente, con mucha más mala leche y contundencia. Pero sin renunciar a su característica denominación de origen.
Ni tampoco a tratar, cosa muy poco habitual pero también muy de agradecer, cada muerte como si fuera la de un ser humano querido por alguien. En cualquier caso, y al margen de posibles y socorridas comparaciones, 'Kill' es una producción tan sólida, incorruptible y gozosa para los amantes del cine de acción orgulloso de ser violento como por ejemplo lo fue 'Sisu' el año pasado.
En resumen, un clásico instantáneo del cine de acción moderno que ningún amante del género debería de perderse por la cuenta que le trae.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex