'Joker' - Don't smile!
Repasando la historia reciente del cine de superhéroes -a estas alturas ya podemos considerar éste un género propio con todas las letras, al igual que en su día se hizo con los western- podemos ver como en la rivalidad entre las dos grandes compañías de cómics, Marvel bajo Disney y DC bajo Warner, la absolutamente ganadora de este duelo cinematográficamente hablando es, indiscutiblemente, Marvel. Y lo es de manera verdaderamente indiscutible dado que Warner, en su estrategia de intentar hacer películas más oscuras o profundas, ya fuese por diferenciarse de la competencia o por intentar repetir el éxito de la trilogía de Batman y Christopher Nolan, han terminado fracasando de alguna manera, abandonando su receta y sucumbiendo acercándose a la fórmula imbatible de Marvel. Grandes blockbusters ligeros dónde lo que prima es el espectáculo, la épica y la diversión.
Por eso es, tal vez, que sorprende -y a su vez, se agradece- que haya sido Warner-DC, ya aceptando que la clave del éxito es la homogeneidad del género, la que haya decidido sacar adelante una producción del género que rompa con lo recién asumido en busca, curiosamente, de heterogeneidad.
Y es que si algo se le debe conceder a esta 'Joker', es el beneplácito de buscar abrir una nueva senda al género dónde expandirse y formular nuevas recetas. Si bien Christopher Nolan ya se acercó a esta variante, nunca fue sin llegar a abandonar esa parte de Blockbuster tan atada al género. Con Joker, esa parte desaparece cuasi por completo (siempre queda algún pequeño tic en su desarrollo, que no en su producción en la que no hay uso de CGI) para aferrarse al concepto más clásico en lo que el cine se refiere. Que conste, a modo de aclaración, que no me refiero al concepto Blockbuster en ningún momento con el pretexto de menospreciarlo, ya que es un género que consumo, adoro y disfruto como el que más.
Todd Phillips, director y por lo visto, instigador de la posibilidad de este nuevo abanico de historias dentro del género super, se enfunda el disfraz de Martin Scorsese para elaborar un filme al más puro estilo de los 70 sin esconder sus referencias, resaltándolas, en cualquier caso, ya desde sus créditos iniciales.
Jokers hay muchos. Historias de sus orígenes, no tantas. Recordando que 'Joker' no adapta directamente ningún arco de cómic en particular, y que a su vez esta película no depende de ningún universo compartido, Todd Philips nos relata su visión de cómo alguien puede llegar a convertirse en algo muy cercano a lo que representa el famoso payaso del crimen. En una Gotham dónde cualquier gestión ha sido abandonada y la sociedad se va ahogando en su propia basura, Arthur Fleck, un pobre desgraciado que presenta desequilibrios mentales cuya vida ha entrado, inevitablemente, en una espiral de oscuridad y miseria de la que parece ser imposible salir. Éste viaje hacia el fondo se traduce en una tensión constante en el que el espectador difícilmente apartará la mirada de la pantalla, viviendo momentos realmente incómodos y sintiendo cada disparo de bala como algo realmente sobrecogedor.
De la interpretación de Joaquin Phoenix poco se puede decir que no se haya dicho ya. Incluso cuando uno es escéptico tras escuchar ciertas exageraciones, estamos ante un caso en el que resulta difícil no calificar la actuación como impecable. Brutal, perfecta y arrolladora como pocas veces recuerdo haber presenciado en una sala de cine. Seria verdaderamente extraño que Phoenix no reciba, cuanto menos, la nominación al Oscar. De la película se podrán sacar fallos. De la actuación de Joaquin Phoenix, sencillamente, no.
La dirección, la fotografía, la actuación y la música se funden entre si para ofrecer una historia que, incluso con sus pequeños peros, difícilmente dejará indiferente. Una visión cruda, realista pero totalmente reconocible del popular villano en la que podremos llegar a compartir parte -y sólo parte- de su discurso, pero nunca su ejecución. Un atrevido juego en el que Todd Philips hace equilibrios sobre la fina línea que separa el bien y el mal. Una obra que invitará al revisionado y al estudio detenidamente de como el descenso de Arthur se convierte en el ascenso del Joker.
Por Alex Martín Fernández
@fenometrix
No creo que sea particularmente previsible como comenta Soprano, pero si comparto que los personajes secundarios podrían haber dado más de sí. Shea Whigham, Brian Tyree Henry o Bill Camp son actores demasiado interesantes como para reducirlos a meros engranajes de guión.
A su vez también estoy de acuerdo con Feno en este punto, máxime cuando evoca tanto a una todavía tan presente como la de 'Mr. Robot'. No me hubiera importado que hubieran dedicado 15 ó 20 minutos de metraje a algo más que al personaje de Joaquin Phoenix. Creo que eso es lo que le priva de ser una auténtica obra maestra: Que si quitas al 'Joker' de su película no hay nada que la sostenga por sí misma.
De nota pongamos que un 8.5, y mi agradecimiento por aportar un lado realmente oscuro al género.
Spoiler
Si tuviese que poner una nota rondaría el 8-9.
Lo único que no me convence de todo esto es
Spoiler
Por otro lado a mí
Spoiler
Espero que pasen ya los Oscars para que puedan anunciar su segunda parte.
Una gran película, muy dura, y en su dureza es donde saca músculo y consigue hacer brillar todas sus virtudes como cine muy negro.
La deshumanización y decadencia de la sociedad de Gotham son brutales, hasta tal punto, que lo único humano que encontraremos estará presente en los no pocos momentos en los que el Joker lo es (grande Phoenix).
Es un ejemplo claro de que no siempre se puede salir del cine eufórico, o por lo menos en mi caso no fue así.
Por todo lo anterior y porque la película consiguió su propósito conmigo, que fue dejarme un poco hecho polvo, la doy un 8,5.
Un saludo.