Algo así como 'Súper empollonas' pero ambientada en una especie de Magaluf, con, eso sí, adolescentes más intensas, ínfulas de autor y prácticamente ningún sentido del humor.

Eso es para mí 'How to Have Sex', película que sorprende por la manera tan mojigata, políticamente correcta y poco provocadora que narra esta historia sobre tres adolescentes buenorras británicas que se van de vacaciones para emborracharse, desfasar y a ser posible follar como si no hubiera mañana.

Es como una versión aséptica de lo que su sinopsis parece querer sugerir, un malentendido intencionado que la convierte en un ejemplo perfecto de la falta de sangre, alma e incluso vergüenza de esa nueva moral tan del siglo XXI que se escandaliza y autocensura con solo intuir la más mínima posible polémica.

'How to Have Sex' podría haber sido producida por una 'major' norteamericana con cargo de conciencia. Excusada en la perspectiva de género y el progresismo revisionista, se trata de una relectura burda, plana, pancista y reduccionista cuya falta de volumen y profundidad deja en un claro y molesto fuera de juego.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex