'Hierro' (T2) - Echando más Hierro al asunto
'Hierro' se beneficia de aquello que más nos gusta a los que, en teoría, dedicamos nuestro tiempo a ver series en lugar de hacer tiempo con cualquier serie. De aquello que nos gusta a los que no somos esclavos del sofá y elegimos qué, cuando o cómo: Que nos cuenten una historia a golpe de guión, no de efecto. A todos nos gusta cuando Drogo escupe fuego... pero lo que acabamos discutiendo, incluso de manera violenta y encarnizada, es el por qué lo hace. Esto es, por la historia.
'Hierro' no es una serie fundamentada tanto en los giros -que los hay, por supuesto- como en la dinámica de y entre los personajes. Sirva de ejemplo que no hay que esperar al último episodio para conocer qué pasó... o quién fue, de nuevo, también en su segunda temporada. Una segunda temporada que es incluso mejor que la primera, dando continuidad a su particular universo canario de paso que lo enriquece, apoyándose, repito lo dicho, siempre en los personajes y no en la acción.
Estas segunda temporada conserva y además refuerza las virtudes de la primera, al tiempo que con seis episodios en lugar de los ocho de aquella aumenta la intensidad con la que se desarrolla todo. Con más intensidad, que no por ello de forma atropellada o forzada: 'Hierro' sigue haciendo gala de ese tempo reposado e inmaculado tan característico de los "nordic noir" a los que aporta, sin ninguna voluntad costumbrista o pintoresca, el acento y la radiante luminosidad de la isla canaria.
Con el reto por delante de no repetirse, esta nueva temporada de 'Hierro' desarrolla igualmente dos líneas argumentales entrelazadas y condenadas a encontrarse más pronto que tarde: Una, la que trata los efectos colaterales de su primera temporada; y la otra, un conflicto familiar que amenaza con explotar de forma ingrata y desagradable. Ambas destacan por lo mismo: Su sentido común, mesura y construcción narrativa lógica. 'Hierro' sigue brillando con el pulido de lo justo y necesario.
No, la isla de Hierro no ha pasado de ser ese sitio en el que (casi) nunca pasa nada a un infierno sobre la Tierra donde ahora se acumulen los cadáveres o los golpes de efecto imposibles. Sus creadores se siguen toman el debido tiempo y las debidas molestias para desarrollar y dar forma a su tablero de juego, utilizando el bello y característico entorno del Hierro como el marco propicio para las acciones y comportamientos de unos personajes que se sienten tan vivos como la propia isla.
El salto de calidad de la televisión al streaming. De ver en lugar de hacer tiempo. Eso representa 'Hierro', aún más si cabe en una segunda temporada incorruptible y fiel a las señas de identidad que la han conferido ese aura tan propio. El suspense, los giros y golpes de efecto siempre están supeditados al drama humano y los vaivenes emocionales de los personajes, de nuevo con Candela Peña y Darío Grandinetti brillando con luz propia, siendo esta luz especialmente brillante cuando ambos comparten escena.
Esta segunda temporada de 'Hierro' la refuerza como una de las series españolas más imprescindibles de la actualidad. Todo ello sin necesidad de florituras narrativas o visuales superfluas, ni de recurrir a excesos gratuitos ni a impostados apuntes de falsa modernidad. Un modélico ejemplo de como construir una ficción atemporal en torno a sus tres puntales más clásicos y a la vez básicos: El guión, el entorno y los personajes. El género es el catalizador, rara vez la causa o el fin último.
'Hierro' se crece como la estupenda ficción episódica cuya resolución, aunque importante, no lo es tanto como todo lo que nos lleva hasta allí. Como aquellos "nordic noir" a los que remite, una ficción con claro sabor local y envuelta en una estupenda pero discreta factura audiovisual a plena disposición de su trama y personajes. Una ficción creíble apoyada en lo cotidiano y el olor de lo hogareño que nos mantiene, de nuevo, expectantes de un episodio a otro. Que de nuevo, nos hace cómplices de principio a fin.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
La segunda temporada de 'Hierro' ya es la serie más vista de este 2021 en la plataforma de Movistar+. Si el estreno de la primera temporada en junio de 2019 supuso un hito de consumo, esta segunda temporada ha mejorado aquellas cifras demostrando, además, que es una serie adictiva ya que apunta un alto volumen de fieles clientes que siguen la serie semana tras semana.
La T2 de 'Hierro' estará disponible completa bajo demanda el próximo viernes 19 de marzo, día del estreno del episodio 6. La serie original Movistar+ creada por los hermanos Coira y protagonizada por Candela Peña, el actor argentino Darío Grandinetti y el hispano sueco Matias Varela ('Narcos'), está coproducida con Portocabo, ARTE France y Atlantique Productions.
'La segunda temporada de Hierro regresa a esa isla tan especial y a la vida de Candela, una jueza incómoda, y de Díaz, un turbio empresario. Sus caminos se vuelven a cruzar. Candela ha de ocuparse de un desagradable litigio por la custodia de unas niñas de la edad de su hijo Nico, mientras Díaz se enfrenta a cabos sueltos de su pasado. La violencia vuelve a la isla de El Hierro, sea por venganza, por codicia o por amor a la familia', según cuenta su creador Pepe Coira.
Poco que añadir a la impresionante crítica de Wancho, salvo que la comparto y no se queda en un impostado halago al producto patrio.
Y es que Hierro, como bien dice mi compañero, tiene, no, derrocha un buen hacer en todos sus aspectos algunos de ellos como con la cámara y las tomas constantes de la isla con unas estampas de un gusto exquisito y que quizá, en ese sentido, Rapa viéndola en retrospectiva creo se quedó algo por detrás.
En cuanto a historia, la calificaría de normal o lo habitual en este tipo de producciones máxime si hablamos de nordic´s lo cual no va en detrimento de la experiencia en absoluto, sólo que es una buena disculpa para desarrollar el entramado que está por venir. Diría que bien narrada y mejor montada.
Del mismo modo, Hierro posee una de las mejores escenas de violencia que he visto en mucho tiempo. Los que la hayáis visto sabéis a cuál me refiero.
En cuanto a elenco, me quedo sin ninguna duda con un Darío Grandinetti que es mucho Darío, para mí lo mejor de la isla seguido muy de cerca por Candela Peña, dos titanes frente a frente con el diálogo como única arma dándole un uso verdaderamente exquisito.
El precioso Mercedes Benz 300D azul en sus idas y venidas por la isla servirá también para regalarnos algunas tomas a vista de pájaro de una belleza inusitada que casi dan ganas de echar un ojo a la agencia de viajes para ir reservando. Alguna curiosidad que desconocía en relación con las plataneras, muy presentes durante todo el recorrido, como que sólo...bueno, mejor que lo descubra cada cual pero también se aprende alguna cosilla o cómo en una isla de ese tamaño se vive como en una comunidad donde todos se conocen en mayor o menor medida.
Resumiendo, siendo complementaria a Rapa y retroalimentándose la una con la otra, Hierro se convierte en una recomendación segura.
Un 8,5.
Su comienzo más bien poco estimulante ha propiciado que sus tres primeros capítulos se hayan hecho demasiado cuesta arriba siendo lo único salvable de esta primera mitad Darío Grandinetti, que por algo el apellido.
En cambio, el personaje de Candela Peña me ha decepcionado un poco por su escasa evolución mostrando siempre un único registro que ha terminado perjudicando mi experiencia.
A partir de ese momento, o sea, del 4° episodio, la cosa se anima pero creo que les ha temblado el pulso a la hora de entrar a matar donde de nuevo Darío llega al rescate de un final que definiría como de poco afortunado y sobre todo mal aprovechado.
Aún con todo, sus buenos momentos, que los tiene, salvan una temporada que parecía abocada al desastre y con eso me quedo.
Un 6.