Es evidente que Antoine Fuqua no es Mel Gibson. Y que como demuestra ampliamente su filmografía, es un cineasta solvente y eficaz plenamente integrado en lo que sería el cine de amplio espectro hollywoodiense. Es raro encontrarle una película indigna, tanto como encontrarle también una que realmente destaque por encima de lo (muy) entretenido. Que pueda sobrevivir a un recuerdo que más de 20 años después sigue marcado por la que es posible, puede ser, que siga siendo su mejor película. Sí, esa.

En fin, que Fuqua no es Mel Gibson y 'Hacia la libertad' no llega a ser 'Apocalypto' aunque nos pueda recordar (entre otras muchas) a ella, siendo una especie de cruce en blanco y negro con 'El ferrocarril subterráneo', aunque sólo sea por el adinerado y poderoso porte que comparte con la (estupenda) serie de Barry Jenkins. Una serie que al igual que esta película se puede decir que no cuenta nada nuevo o fresco, vaya sorpresa, siendo inevitable caer en algunos de los tópicos de las historias sobre esclavitud.

Como lo pueden hacer otras tantas producciones que hayan tratado algún tema histórico con mayor o menor perspicacia. Con o sin la solvencia y eficacia habituales de Fuqua, con o sin la presencia omnipresente de una gran estrella (mal que les pese a algunos) como Will Smith. Por entrar ya al grano, 'Hacia la libertad' es sobre todo una película con aura que funciona a la manera que cabe esperar de una producción de estudio seria, adulta y respetable empaquetada para una amplia mayoría biempensante.

O sea, una película lo que se dice "bien hecha", sobradamente caballerosa, apuesta y convincente. Violenta pero refinada, angustiosa pero sobria, agresiva pero educada. Como corresponde a lo que en la práctica es un drama de acción de Antoine Fuqua, de sólida presencia y marcado a fuego por la raza, la conciencia y la vergüenza, así como por supuesto una actuación "oscarizable" como la de Will Smith. Una producción "importante", aunque sólo sea porque no le queda más remedio que como mínimo aparentarlo.

Que por la historia que cuenta y el presupuesto con el que cuenta no se puede permitir fallar. U ofender, y por lo tanto, no se arriesga a hacer lo uno ni lo otro. Así, 'Hacia la libertad' es una lujosa producción relativamente estándar y convencional pero a la vez relativamente feroz y contundente que funciona, incluso muy bien, dentro de lo que podríamos llamar un entorno seguro. Tal vez algo hinchada, pero con un oficio incorruptible e incuestionable que mantiene las pasiones vivas y en su debido lugar.

Y a Antoine Fuqua, todavía, es posible, que como el director de sí, esa, 'Training Day (Día de entrenamiento)'. Puede ser. O tal vez no.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex