'El pájaro carpintero' - Ethan Hawke, y diez más
Al igual que ocurre con 'Fargo', todos los capítulos de 'El pájaro carpintero' comienzan con una mentira: "Todo esto es verdad". Y añade, "la mayor parte ha sucedido". Tal vez sí, o probablemente no: Aunque está inspirada en hechos reales, 'El pájaro carpintero' es un acercamiento o una reinterpretación tan sólida como libre y de buen gusto de por otro lado, una historia bastante controvertida: La de John Brown, un peculiarísimo abolicionista que a efectos prácticos parece que hizo tanto bien como mal a su causa.
Una causa, sobra decir, adscrita a un tema que nunca ha dejado de estar de actualidad en los Estados Unidos de esa América cuyo gran pecado es, ha sido y probablemente será la esclavitud. Y todo lo que ello conlleva, algo enraizado en el ADN de un país que parece, da la sensación, que nunca será libre... si no es mediante el uso de la violencia. La violencia, causa y a la vez solución de una causa sin solución. El eterno dilema moral de los estadounidenses.
El uso de la violencia parece que no suponía un problema para Brown, como ni mucho menos lo supone para el Brown de Ethan Hawke, dueño y alma de una función en la que ejerce la misma influencia que Jack Sparrow sobre la franquicia de 'Piratas del caribe'. De hecho Hawke es también guionista y productor de este proyecto de clara vocación personal (y muy oportunamente oportuno) que le regala su propio "Jack Sparrow": Un hijo puta de buen fondo y mejores intenciones... pero un hijo puta al que si quieres ver siempre en tu equipo es, sobre todo, porque no quieres tener que enfrentarte a él. Un papel que Hawke hace suyo y de nadie más y disfruta como un auténtico malnacido.
Uno de esos personajes que bajo su estela guían el destino de cualquier producción, cercano por momentos a la parodia de la misma manera que también borda a menudo esa sibilina lucidez que dinamita al más políticamente correcto de los sentidos comunes. Un "Quijote" tan americano que en sí mismo tiene tanto de héroe como de villano, en un personaje contradictorio que te puede llegar a sacar tanto de quicio como tan pronto puedes llegar a empatizar con él.
La libertad de ser uno mismo, sea quién sea ese uno mismo... o incluso a pesar o a costa de los que te rodean. Tal vez el "salvador blanco" original, tal vez el primero en ser llamado un "puto loco".
Su figura de la triste figura aleja, en gran medida, a este afilado y elegante relato sobre la esclavitud de los vericuetos habituales de este tipo de producciones a las que 'El pájaro carpintero' mira de lejos, en un western que de serio tiene más bien poco: Más una comedia negra con bastante mala leche y violencia sobre un hombre enigmático cuyo fervor por la causa condujo al evento más importante de la historia norteamericana después de la Guerra Civil.
Cebolla, su particular Sancho Panza, comenta que "creía en lo que creía, no importa si era cierto o no", en lo que viene a ser el mantra de 'El pájaro carpintero': El loco que sigue al loco no está más loco, es que es un mundo de locos donde un "puto loco" es el Rey. Un mundo que en 'El pájaro carpintero' se torna tan despiadado como agudo, ágil y divertido pueden ser una obra de los Coen, en una empresa nada fácil de la que la que esta miniserie sale a hombros (del citado John Brown): No es fácil convertir en chiste la gran herida que impide que Estados Unidos pueda volver a dormir en paz. Esa gran nación ungida a partes iguales en la sangre derramada por valientes y esclavos.
Su éxito, que no se toma en serio ni a sí misma ni a la historia ni mucho menos, sobre todo, a los blancos; más que lo justo, para que fluya todo con la debida dignidad para con todo aquel con algo de conciencia y humor. También, un Ethan Hawke tan poderoso y desquiciado como larga es su barba y su influjo, siendo este su gran activo y gran carga. El factor John Sparrow: Podrías cabalgar con él hasta el fin del mundo... que sin duda él mismo provocaría, o tirarle del caballo a las primeras de cambio. Tú decides.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex