'Ejército de los muertos' - 2021: Rescate en Las Vegas
'Ejército de los muertos' deja claro que Zack Snyder no debería ni de escribir ni de montar sus propias películas. El cineasta tiende de manera palpable hacia un exceso que tiende a aguar las bondades de su teórica pericia visual. Un exceso expositivo hueco que demasiado a menudo y sin la referencia de un material de base concreto al que ser fiel no añade nada salvo un sobrepeso de banales minutos de sufrido relleno onanista. Buena prueba de ello es 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder', probablemente, la paja más cara jamás financiada por un gran estudio. Como Tetsuo viéndose desbordado por su propio poder al final de 'Akira'.
Aunque lo ha disimulado con mayor acierto que Michael Bay, en gran medida gracias al profundo respeto que ha demostrado hacia cualquier adaptación directa que ha hecho, Snyder no deja de ser un realizador "de acción" como aquel. Y al igual que en el caso del responsable de 'Dolor y dinero' y '13 horas: Los soldados secretos de Bengasi', sea dicho como un cumplido: Cuanto el guión sea más directo y sencillo, más posibilidades tienen ambos de lucirse... a pesar de accidentes como '6 en la sombra' que demuestran, a su vez, que la fuerza sin el control (de por ejemplo un buen productor como era Jerry Bruckheimer) tampoco sirve de mucho.
En fin, que Snyder sin duda ha disfrutado en 'Ejército de los muertos' de la libertad creativa y de los millones de dólares que no tuvo en 'Amanecer de los muertos'. Y la diferencia entre ambas es equiparable a la que hubo entre el 'Episodio IV' y el 'Episodio I' de 'Star Wars', o entre 'El señor de los anillos' y 'El hobbit'. Entre el cineasta honesto y el empresario embaucador. Una diferencia resumida en la aparente dependencia de unos efectos digitales sin los que no habría la película que apenas alcanza a ser con ellos. En resumen, una película que parece hecha desde la comodidad y seguridad de un sofá y a través de un plasma.
Cualquiera hubiera apostado a que tras lo sucedido en los últimos años, a Snyder le hubiera poseído una rabia equiparable a la de Anakin en el 'Episodio III'. Su regreso al cine de zombis parecía responder a esa creencia. El artista furioso y desatado jugando a ser una especie de Paul Verhoeven en 'Starship Troopers', o algo así. Pero no, siendo que esta furia sólo se manifiesta muy puntualmente a la hora de ver morir a algunos (y sólo a algunos) de los compañeros de armas de un Dave Bautista para nada tan motivado como cuando trabaja con James Gunn, quien sabe si por no haberse leído el guión o por haberlo hecho.
No es que la película esté mal (del todo). Tiene algún momento, algún plano chulo o algún suculento brote de violencia, además de unos efectos visuales que al menos en lo referente a la sangre, cumplen. Pero es muy larga, tópica y sobre todo estúpida; la alternancia de drama serio y comedia tontorrona rompe continuamente una narración ya de por sí inestable e irregular; no hay voluntad por desarrollar nada, ni el contexto ni a los personajes; y por encima de todo, no existe sensación alguna de imperiosa inmediatez ni de tensa incertidumbre, siendo un largo preámbulo de hora y media a la espera de que empiece lo a esas alturas, ya relativamente bueno.
Por no mencionar la molesta labor de fotografía, más propia de un videojuego que de una película que pretende ser tomada tan en serio como a la vez, tan a broma como esos indígenas ahora llamados zombis que tan pronto son tan fieros como son tan mansos.
En realidad más que "una de zombis", sería un cruce entre '1997: Rescate en Nueva York' y 'Apocalypto' sin la finura expositiva ni el nervio narrativo de ninguna de las dos. Una serie B como 'Doomsday' o 'Fantasmas de Marte' disfrazada de falso blockbuster, tan hinchada como aguada por un ego insustancial y una innecesaria lluvia de millones. Más de dos horas muy, muy largas que hubieran funcionado mucho mejor con otro director de fotografía y siendo más honestas consigo mismas (y el espectador). Siendo más como... 'Amanecer de los muertos' sin ir más lejos, la cual podría existir tal cual, y como película, sin efectos digitales (que a menudo envejecen rápido y mal).
No es el caso de 'Ejército de los muertos', y que al igual que la trilogía precuela de 'Star Wars' parece ideada para sobrevalorar los efectos claramente digitales mientras se desprecia la labor de los guionistas. Una película hecha con mucho más dinero del necesario, y sin el cuál parece que tanto ella como Zack Snyder, corrompidos por su ego, se quedarían en nada, como Casco Oscuro sin su armadura. Sin más argumentos que su puntual violencia digital, en una película que al margen de la impactante muerte de dos o tres títeres, nos deja con un vacío enorme tras haber recorrido todos los clichés del género...
... sin que se la haya caído la cara de vergüenza. Normal que Neflix no quiera que pasemos por caja para ver sus películas...
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
1/10
De acuerdo con tus apreciaciones, salvo los actores... me dejaron en duda, como que no me cuadran aunque estén dentro de los estereotipos.
Total... el tigre es lo máximo jeje
Le doy un 5.