Dexter Morgan está vivo. Pero... ¿quién es Dexter Morgan?

No he visto 'Dexter'. Conozco más o menos de que va y hace unas semanas vi su primer episodio por curiosidad, si bien decidí no seguir adelante con ella y reservármela, si procede, de la misma manera que también tengo decidido no ver 'Breaking Bad' hasta que no termine 'Better Call Saul'. Una perspectiva diferente a lo que se supone es lo habitual con una secuela, pero que puede resultar tan interesante como cualquier otra. Al fin y al cabo, Dexter Morgan y Saul Goodman son dos personajes que forman parte del ideario popular desde su mismo nacimiento.

Esto es, no he visto 'Dexter' pero sé quien es Dexter. Más o menos. Ese sería mi punto de partida, y el punto de partida de 'Dexter: New Blood': El de un ex asesino en serie que día a día intenta superar su adicción a la muerte y ser lo que se dice "una buena persona" mientras lleva una nueva vida aparentemente feliz. Pero el instinto es muy difícil de mantener a raya y el pasado siempre está ahí, al acecho. Su primer episodio sería la exposición de todo esto que comento, una especie de precuela de lo que serán los demás episodios de la nueva temporada.

Hasta el cuarto episodio (de un total de diez) creía que no había mucha diferencia entre haber visto o no la serie original: Evidentemente la hay, pero no es ni tiene por qué ser determinante o necesario haber visto la serie original pues, ocho años después y en un mundo audiovisual completamente distinto, esta "nueva temporada" es una "miniserie" que tiende la mano a católicos y ateos por igual. Sí, el bagaje previo pueda jugar en su contra o a favor, pero no es mi caso como espectador que entabla relación con Dexter Morgan por primera vez. Sin... prejuicios.

En dicho caso y desde el relativo desconocimiento, he disfrutado de un thriller de suspense que ha sabido progresar y desenvolverse adecuadamente, en un suave pero continúo 'in crescendo' cuyo pasado se encarga de desentrañar por nosotros, en la medida de lo necesario para la comprensión de todos los recovecos de su arco dramático. El 'background' de un guión que no se muestra pero que se filtra a través del presente, convirtiendo posibles guiños en pequeñas revelaciones que como decía, aportan una perspectiva diferente, que no menos interesante.

'Dexter: New Blood' es un elegante, sólido y sugerente thriller que además no vive del efectismo de la sangre, lo macabro o la violencia. Aunque sean la chispa que prende la llama y formen parte indisoluble del ADN del personaje y su idiosincrasia, el motor de la historia en su conjunto es el drama y los dilemas inherentes a cada situación y personaje, siendo sus grandes momentos, como en 'Line of Duty', las afiladas conversaciones cargadas de tensión y no las contadas escenas de acción: Ahí está su estupendo capítulo final erigido sobre conversaciones cara a cara.

Un thriller dramático que se desarrolla sin prisa pero sin pausa, que juega constantemente con un suspense y tensión soterradas, y donde todo tiene una razón de ser dentro de lo que es una ficción televisiva en la que el universo confluye en su protagonista. Una serie de buena caligrafía y mejor ver, tal vez poco transgresora y no especialmente novedosa que ofrece , no obstante y de manera satisfactoria lo que cabe esperar, al menos, para el que sólo pasaba por allí, le gustan los thrillers, las cosas no demasiado intrincadas y olió sangre... como hizo el gran Clancy Brown.

Una producción con aroma a sólida televisión clásica, a relato atemporal e imperecedero que avanza con paso firme y decidido en su misión: Una misión tal vez algo previsible en el desarrollo de algunas de sus líneas maestras, pero compensado por un claro y sostenido 'in crescendo' y unos últimos episodios de aplicada incertidumbre, marcados por la simpatía maquiavélica hacia un personaje erigido en justiciero bienintencionado y el suspense derivado del temor a una sospechada tragedia. O lo que podría ser una segunda oportunidad más o menos aprovechada.

O en mi caso, simplemente, el buen sabor boca de una muy digna miniserie -porque parece claro que lo es- sobre un ex asesino en serie (y su hijo) atormentado por sus crímenes y los demonios de un pasado que quiere dejar atrás para llevar una vida... normal. Esto es, mayormente, una clásica historia de redención (con asesino de fondo).

* Esta crítica es una revisión de la publicada originalmente el 7 de noviembre de 2021. En rojo, las variaciones respecto al texto original.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex