'De-mentes criminales' - La película que nunca estuvo allí
'De-mentes criminales' podría haber sido una buena película. Podría, como también podría haber sido, por potencial, una película muy propicia para el humor negro de los hermanos Coen. Podría, y aunque hubiera sido una mala película de los hermanos Coen hubiéramos salido ganando. Y es que por pedir que no quede, y es que por poder podría haber sido muchas cosas. Para empezar podría haber sido... no sé, pongamos que divertida.
Pero no.
'De-mentes criminales' viene a ser la típica comedieta (con el "iet" intercalado, imprescindible) americana que parte de un escueto hilo argumental, o de una mera premisa, según el caso, para desarrollarse a base de gags, unos cuantos humoristas y mucha improvisación. Como si todos fueran tan amigos que no hiciera falta más. Nada nuevo bajo el sol, tampoco nada fresco que nos anime a querer mirar bajo el sol. Siquiera un sombrero nuevo.
Una "comedieta" irregular, talmente predecible y demasiado tontorrona; también demasiado americana y del todo irrelevante en cualquier aspecto que no sea un chiste, aquel que funciona por cada diez que pasan sin pena ni gloria. No da vergüenza, que ya es algo, e incluso resulta entretenidilla (con el "ill" intercalado, imprescindible), que tampoco es poco, pero sigue siendo un "meh" y una de esas producciones de las que uno sale molesto.
¿Por qué?
Pues porque uno sale convencido de que los que la han hecho se lo han pasado tan, tan, tan bien que han dejado muy, muy, muy poco para el espectador. Como cuando vas en el transporte público y observas a un ruidoso grupo de gente riéndose de algo que, aparentemente, y para ti, no parece tener demasiada gracia. 'De-mentes criminales' viene a desprender esta misma sensación. O más bien, esta misma y molesta sensación.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Nota: 6.