'Condena' (T2) - Repito, ¿has estado antes en la cárcel?
Permítame que insista: ¿Has estado antes en la cárcel?
Personalmente, no. Y en una británica aún menos. Siquiera he ido de visita. Lo más que visto ha sido lo que he visto en películas como 'Cadena perpetua', 'La milla verde', 'En el nombre del padre', 'La roca', 'Fortaleza infernal', 'Fuga de Alcatraz', 'Celda 211', 'Un profeta', 'Bronson', 'Papillon', 'La leyenda del indomable', 'El expreso de medianoche', 'Brawl in Cell Block 99', '1997: Rescate en Nueva York'... lo cierto es que hay miles y miles de historias ambientadas en todo tipo de cárceles de todo el mundo.
¿Qué es lo que tiene de especial 'Condena'? Todo, y nada a la vez. A través de la ficción hemos estado muchas veces en prisión, en todo tipo de prisiones del pasado, presente y hasta del futuro. A la segunda 'Condena' se las ingenia para que (casi) sea como la primera vez, aunque al cambiar de género y repartir mucho más el protagonismo ya no se trate tanto de sentirse como en casa dentro de una prisión, sino de empatizar con una serie de circunstancias dramáticas tan reales como lo puedan llegar a ser en la vida real.
Lo que duele duele, y lo que de verdad duele es de verdad desgarrador. Llorar es una opción recurrente dentro de un relato que a menudo, demasiado a menudo se siente como un puñetazo en la boca el estómago. 'Condena' es una continúa paliza emocional en tres actos, algo más acusado en una segunda temporada en la que apenas hay personaje que no cargue con su propia pena. Más coral y sobre todo más femenina, pero también más fogosa al saltar continuamente de un drama a otro, y así todo el rato.
Algo que busca ser (y encuentra) con premeditación, saña y alevosía... pero, de nuevo, en el mejor de los sentidos: el de un duro y demoledor pero a la vez esperanzador y emotivo relato que se hace fuerte en la humanidad de unos personajes de carne, hueso y tanta culpa como perdón. Casi tan intensa como la primera aunque también algo más fragmentada y discontinua al abarcar más pero apretar menos, lo que redunda en un microcosmos en apariencia más complejo pero a la vez no tan concreto y contundente.
Su humanismo sigue estando por encima de su apariencia poliédrica y de las muchas cuestiones que arroja a la cara del espectador por el camino. Todo sigue estando en su sitio, todos sigue teniendo una razón de ser. Todo suma a la causa, aunque de manera no tan vehemente como en la primera a la hora de condensar, en tres vibrantes horas, todo tipo de cuestiones humanas, morales y éticas relacionadas con el subgénero de "la vida en prisión" desde el punto de vista en esta ocasión femenino. Madres, hijas, compañeras.
Un género repleto de característicos tics que 'Condena' vuelve a afrontar con mucha determinación unisex, una gran convicción en el ser humano y una intimidante concisión dramática donde cada mísera coma, no obstante, no alcanza a sentirse como si fuera el centro del universo como ocurría en la primera. La segunda es más grande, pero se siente algo más pequeña; más apretujada, y menos tajante. "Casi" igual de satisfactoria, aunque no tan redonda... si bien son "sensaciones" derivadas de una comparación.
Porque sigue siendo una producción excelente donde todo raya a un gran nivel y no hay intérprete (femenina) que no esté a la altura (con Bella Ramsey como la estrella de la función). Esta segunda temporada sigue planteando una historia directa, dura pero honesta y que no se anda por las ramas que concede muy poco margen al espectador entre puñetazo y puñetazo. Una experiencia elegante y muy intensa que nos introduce, de lleno, en una vida carcelaria que (casi) sentimos en nuestra piel como si fuera también la nuestra.
Como en las mejores ocasiones, de nuevo, otra vez. Aunque ya no se siente (del todo) como si fuera nuestra primera vez. Tal vez, no sé, la segunda o la tercera.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Coincido con Danvers en su análisis del primer capítulo.
Me ha gustado pero con reservas. Del trío protagonista, de momento, ni Jodie Whittaker ni Bella Ramsey me han encandilado como sí lo ha hecho Tamara Lawrance. Es una historia diría que no demasiado sorprendente pero sí efectiva lo que compensa lo primero pero sobre todo tiene el gran hándicap de su primera temporada que de momento es inalcanzable para esta segunda que ya veremos cómo se desarrolla. En cuanto a la aparición secundaria es cierto que me ha sorprendido, no la esperaba pero se agradece su incorporación porque siempre suma.
Capitulazo de Tamara Lawrance. Los otros dos personajes prácticamente desaparecen, aunque de manera coherente. Cada una tiene unas circunstancias diferentes.
Respecto a la serie en general, no llega a la primera temporada, cosa que era muy difícil. Como ya dije, el segundo capítulo es el más flojo, pero por los otros dos, creo que vale la pena (y nunca mejor dicho ).
Spoiler
Por lo que se refiere a las actrices, su lucimiento viene condicionado en parte por sus historias, aunque a la que veo más floja es a Jodie Whittaker (Orla).
No sé si se ha tratado mucho o no el tema que pongo en el spoiler, pero a mí me ha parecido interesante. Y en sí la serie está hecha desde un punto de vista más humano que las típicas series o películas carcelarias, tal y como pasó en la primera temporada.
Y también con su conclusión final.
Pues la alcanzó y en algunos momentos hasta la superó.
Siendo el carcelario femenino un género que no lo tenía nada trabajado puedo decir que esta Condena ha llegado para llenar ese hueco y con muy buena nota todo hay que decirlo.
El cómo se ha contado ha sido uno de sus aciertos, mientras que en la primera se escogió un enfoque más tradicional, en la línea de lo que un drama carcelario sugiere, aquí se opta por un punto de vista más intimista cambiando el escenario "habitual" por un campo de trabajo concentrando en unos pocos metros cuadrados toda la acción y haciéndola más "familiar" favoreciendo exponencialmente la inmersión.
Tengo que desdecirme sobre Bella y Jodie. Sus historias e interpretaciones han adquirido tanto peso e importancia como la de la propia Tamara emocionándome con cada una de ellas y sus circunstancias siendo alguna de difícil digestión en el mejor sentido. Del mismo modo, no quisiera olvidarme del papel de la guardiana Martin (Lisa Millett) que junto a las tres protagonistas ha tenido momentos brillantes enriqueciendo un conjunto que finalmente ha terminado siendo una gran experiencia. Para la Copa de cabeza.
Un 9.