'Ant-Man y la Avispa: Quantumanía' - Poca salsa en el plato
Es saludable a veces pararse a reflexionar y preguntarse cosas, como si alguna vez veremos una clase política honrada (para el caso de los españoles y extrapolable a muchos países del globo terráqueo), qué nos espera más allá de la muerte, cuál es el camino a la felicidad o qué hubiese pasado si a Edgar Wright le hubiesen dejado el timón confiando totalmente en su juicio para su visión de Ant-Man. No me cabe duda de que el público hubiese tenido mejores dosis del superhéroe interpretado por Paul Rudd desde aquel 'Ant-Man' en 2015 que ya preparó el terreno de que era francamente complicado darle un material de altura para un hombre que se hace pequeño.
Aun con todo, ha tenido sus momentos destacables durante estos casi ocho años de trayectoria del personaje como su participación en 'Capitán América: Civil War' durante todo el tramo en Alemania o su importancia en toda la trama de 'Vengadores: Endgame' con la famosa rata salvadora. Lo que tienen en común estas películas es que fueron historias corales con gente más competente detrás de las cámaras, por lo que Paul Rudd pudo demostrar algo más sus dotes actorales y se le pudo sacar más provecho a un actor que ha sabido labrarse su carrera sin mucho bombo y platillo, pero con algunos éxitos a sus espaldas.
Lamentablemente para él, le toca volver a batallar en solitario, lo que significa volver a Peyton Reed y su estatus de "director obediente y cumplidor" que tanto gusta en Marvel Studios. En esta ocasión, las expectativas estaban ligeramente más altas por la introducción de Kang el Conquistador (no así de Jonathan Majors, a quien ya se le vio en la primera temporada de la serie 'Loki') y una exploración más profunda del reino cuántico, algo que en pantalla grande podía lucir bastante bien. Efectivamente, las expectativas fueron colmadas y, aún así, es inevitable pensar que a este plato le falta más salsa o más picante, si lo prefieren.
La exploración del reino cuántico ha sido uno de los aciertos de Jeff Loveness. En el planeta Tierra poco quedaba ya que rascar y entrar en ese submundo visto a cuentagotas en 'Ant-Man' y en 'Vengadores: Endgame' enriquece la experiencia viendo diferentes paisajes, tonalidades de colores, distintos habitantes y demás flora y fauna. A su vez, como en todo el filme, da la sensación de que se le saca poco provecho, de que es un vistazo a brocha gorda y ya cuando no hubiese venido mal entrar más en detalles de ese universo. No obstante, este mundillo debajo del nuestro aúpa la narrativa.
En lo que se han dejado más la piel ha sido en el personaje de Kang el Conquistador. El aviso de lo que estaba por venir en 'Loki' no era un farol, y el villano se ha mostrado como un ser poco empático, transmitiendo intimidación sin llegar a ser un chiste de antagonista como ya se han visto en otras producciones pasadas de la misma Marvel Studios. Jonathan Majors parece haberle cogido el punto a Kang con una interpretación donde no sobreactúa ni tiene chascarrillos malos, sabe qué es lo que tiene que hacer y lo hará como sea. Eso sí, incluso a él le ha afectado algo el flojo libreto escrito y en algunas escenas afectadas por el tono ligero y en la resolución de su personaje pierde algo de lo construido. El balance sigue siendo positivo a espera de ver qué más tiene por ofrecer el actor y su personaje.
Esas son las mayores novedades de una ya trilogía que sigue apostando por los habituales Paul Rudd, Evangeline Lilly, Michael Douglas y Michelle Pfeiffer (más la introducción de Kathryn Newton como nueva Cassie Lang). Una Michelle Pfeiffer que inesperadamente es el pivote central de toda la trama y es una vuelta bastante ingeniosa a su historia en la primera entrega cuando estuvo pérdida en aquel mundo cuántico. Y con ellos viene también la vuelta a un nivel más bajo respecto a la participación de Scott Lang en historias mayores. El poso que deja esta 'Ant-Man y la Avispa: Quantumanía' es la de un filme que ya se sabía que lo que tenía que ofrecer no iba a llegar a la excelencia y, por otra parte, es indudable que con los elementos vistos había bastante más y mejor por explorar. Como en 'Doctor Strange en el multiverso de la locura' queda a deber más metraje que hubiese ayudado a digerir mejor la propuesta de una Marvel Studios que no arriesga cuando debe hacerlo y que arriesga cuando no debe como ha hecho con un M.O.D.O.K. totalmente olvidable.
Por Michael Myers
Por eso mismo se han llevado alguna serie a 2024 o han retrasado el estreno de 'The Marvels' de julio a noviembre. Es muy díficil estar siempre presente y mantener la frescura, sobre todo después de un subidón como el de 'Endgame'.
3/10 es mu mala, y la hija repelente no , mas alla.
Si nos ponemos modo haters, se puede antojar un popurrí barato de Star Wars y Rick&Morty, pero creo que resulta un film muy disfrutable que pasa en un suspiro. Quizá hay ya demasiada carga de películas de la factoría, demasiados deberes si quieres estar al día, pero personalmente, aún sin dedicarle el tiempo que me gustaría a ver cine, las voy consumiendo con gusto. Eso sí, para ser sinceros, cada vez es más difícil dar con films notables entre ellas, pero haberlas haylas.
De esta, le podría "reprochar" que quiera estar constantemente con el chascarrillo y ello haga que se pierdan algunos momentos que podrían haber tenido aunque sea un punto emotivo. Y que el villano se queda algo flojo, un avanzado tecnológico que sin sus juguetitos no es nada. Pero esperanza por la posible apoteósis que se acerca. Veremos...
Nota: 6'3