'1917' - La guerra de Mendes
Tal y como recogen las notas de producción del filme, en '1917' Sam Mendes utiliza el recurso del plano secuencia, con dirección de fotografía del maestro Roger Deakins, con el objeto de conseguir "una narración más inmersiva y veraz". Sabiéndolo de antemano, es imposible para alguien como un servidor no estar pendiente continuamente de ello; sabiéndolo de antemano, es imposible para alguien como un servidor no pensar que, en caso de haber sido, o haber llegado a ser realizador, este podría ser el tipo de filme que me hubiera gustado hacer.
Es por eso que siempre me planteo lo mismo: ¿Era realmente necesario que la película, al igual que 'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)' se rodase bajo la apariencia de un (falso) plano secuencia? Sinceramente, la respuesta es... no, no era necesario, por más que en algunos instantes se logre esa "inmersión veraz" que menciona las notas de prensa del filme. La idea es buena, pero hablamos de casi dos horas de película durante las que no siempre dicha idea es igual de buena. Durante las que no siempre pasa desapercibida de la manera en que debería de pasar desapercibida.
Como no podía ser de otra manera, me viene a la cabeza 'Mr. Robot', tan dada a jugar con las posibilidades de la narrativa audiovisual. La estupenda serie de televisión de Sam Esmail se sirve en raciones de unos 45 minutos, redondeando. Y para cuando comienzas a ser consciente de que por ejemplo, el 3x05 es un único plano secuencia, es cuando prácticamente el capítulo se acaba. Más o menos, cuando estás comenzando a prestar más atención a la técnica empleada que a la historia que se pretende narrar a través de dicha técnica.
Era este por ejemplo uno de los grandes logros de 'Buried (Enterrado)', llegar a olvidarnos de que todo la película transcurría en el interior de un ataúd. Para ello Rodrigo Cortés utilizó diversos trucos en función de la escena, pero sobre todo, no el mismo truco para todas las escenas. Algo que además aplicó con la máxima naturalidad que pudo para que la atención del relato recayera sobre quién siempre tiene que recaer sea cualesquiera que sea la técnica empleada, al menos, durante su primer visionado: Su personaje protagonista, Paul Conroy.
Supongo que ya se imaginan por donde vienen los tiros: Esto es algo que Sam Mendes no siempre logra con '1917', un prodigio técnico que sin embargo no puede evitar que, en algunos momentos, sintamos que está presumiendo de técnica de forma gratuita y superficial. Que haya momentos en los que la decisión de narrar los hechos desde un único punto de vista juegue más en contra de la historia que a favor de ella, por más que nunca, y repito nunca se deje llevar por la tentación de convertir la película en nada que recuerde a un videojuego a lo 'Call of Duty'.
A pesar de la suma elegancia de Sam Mendes y Roger Deakins, así como de algunas grandes escenas, como el paso por "Tierra de nadie" en el que queda claro que la película simula ser un único plano secuencia, uno no puede evitar "distraerse" con la técnica. De estar, lo dicho, en algunos momentos más pendiente del movimiento de la cámara que de lo que está mostrando dicha cámara; en especial, aquellos momentos en los que el instinto realizador que hay en cada uno de nosotros pide a gritos un cambio de plano que sabemos nunca se va a producir.
Esta sensación de relativo artificio, de en ocasiones ser esclava de una decisión artística que nunca rompe (mientras su protagonista está consciente...) se refuerza además por la presencia superflua, puntual, trivial y anecdótica de un puñado de famosos intérpretes británicos que "rompen" esa posible inversión. Que nos recuerdan que a pesar de los intentos, en cualquier caso loables, de Sam Mendes y Roger Deakins lo de '1917' no deja de ser el bonito, precioso envoltorio de una historia que, resulta evidente, está demasiado bien rodada para parecer de verdad.
Y es una pena, porque no por ello '1917' deja de ser una buena película... aunque sí deja de ser esa sensación "inmersiva y veraz" que se pretendía que fuera de principio a fin. Como película con derecho a algo más que roce funciona, en su conjunto, bastante bien aunque de la misma manera en la que lo puede hacer un blockbuster plagado de efectos digitales: Sin llegar a hacernos olvidar que, en resumen, se trata de un espectáculo pirotécnico. Bien diseñado, construido y rodado, y con un contexto y algunos momentos dramáticamente potentes.
Pero en esencia, un espectáculo pirotécnico. Como todo aquello que en 'Salvar al soldado Ryan' transcurría entre la batalla de Normandía y la batalla de Ramelle, básicamente.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Se puede destacar en él prácticamente todo: ser un film bélico diferente que no huye de escenas potentes de acción, pero que a su vez presenta un estilo más intimista, de aventura, que recuerda a algunos videojuegos indies. Todas sus "pequeñas paradas en el camino" y lo que el mismo ofrece, regalándote además momentos de cameos/secundarios de lujo. Por supuesto su/s protagonista/s, con un George MacKay brillante.
Si te pones a mirar si pillas donde cortan el plano secuencia, de repente te sale una vena de experto en milicia o historia, o en modo "¿para qué tanto Óscar si no es para tanto?" quizá no la disfrutes, pero a mi me ha parecido un portento con poco o nada reprochable.
Nota: 8'5
Un 8.
Después de sus dos aventuras con el James Bond de Daniel Craig, 'Skyfall' bastante mejor que 'Spectre', la curiosidad era saber cual iba a ser su próximo paso, y su próximo paso como realizador de cine fue irse a la Primera Guerra Mundial a filmar un plano secuencia de casi dos horas.
Sería incoherente decir que '1917' es solo un plano secuencia porque reúne más atributos que la hacen una de los grandes estrenos, en España al menos, del funesto 2020; con Sam Mendes no hay un guion que haga levantarse de la silla o empatizar con los personajes, lo que sí hay es un retrato del campo de batalla magnífico donde se respira autenticidad por los cuatro costados entre fotografía, vestuario y el propio terreno algunas veces embarrado y dantesco, otras veces verde y bello, mientras el espectador acompaña a sus dos protagonistas.
Unos protagonistas que no hacen echar de menos el tener actores más conocidos al frente ya que son capaces ellos solos de levantar la cinta, dejando a los rostros más conocidos como Colin Firth, Mark Strong o Benedict Cumberbatch en meras presencias aquí y allá. Volviendo al guion, es verdad que no hay mucho margen en la historia para dar unas actuaciones impresionantes y es una pena porque tener a estos nombres en el elenco podría haber dado más de sí; de todas formas, haciendo un balance creo que los puntos positivos vencen a los negativos.
'1917' seguramente quede en la historia del cine como uno de los primeros nombres al recordar el género bélico. No se engañen, mucha parte de culpa tiene el como trasladan el ambiente de una guerra y poco por su historia o personajes. Yo no la metería en un top del cine bélico ni mucho menos; no obstante, la notable experiencia que es ver este filme hace que tampoco pida un consejo de guerra.
7.5