Quien avisa no es traidor: No me voy a esforzar mucho con esta crítica, en todo caso lo justo e imprescindible como para guardar las apariencias y por simple ética personal, que puede ser poca pero de la que algo nos queda a estas alturas de un verano en el que aún tengo pendiente regalarme algunos días de vacaciones. ¿Y es que para qué? ¿Acaso merece la pena? 'Zooloco' es lo que es, que es más o menos es lo que parece que es, y con eso lo cierto es que ya debería de estar todo dicho. A buen entendedor pocas palabras bastan. Tan facilona resulta la película como tan fácil se presenta la ocasión para responder con la misma facilidad. ¿O no?
Adam Sandler, aparte de reservarse la tarea de ponerle voz en la versión original a un mono muy mono al que en España presta sus cuerdas vocales un como siempre muy solvente José Mota, y a falta de un vehículo de lucimiento propio con su cara en primer plano -en la que será su primera ausencia veraniega en siete años-, le produce a su buen amigo Kevin James una comedia a medida y marca de la casa que partiendo de un guión que es puro relleno proporciona poco cine y risas las justas, bagaje más que insuficiente para salvar lo que concentrado en 20 minutos y sin humanos de por medio podría haber dado para un decente piloto para una especie de sitcom centrada en el mundo pre-Madagascar de DreamWorks.Al igual que me ocurre con Adam Sandler considero que Kevin James tiene un algo especial. No es que cuando le miro a los ojos a través de la pantalla de cine se pare el mundo ni nada remotamente similar, pero a pesar de que acumula una filmografía en la que se agolpan una mayoría de títulos suspicaces de ser llevados ante la justicia por crímenes contra la humanidad he de reconocer que, por alguna extraña razón, me cae bien. No me hace gracia, no al menos cuando o cómo lo pretende, pero me cae bien. Por contra Eddie Murphy no es que me caiga bien, pero sin embargo no son pocas las risas que me echado con él incluso en tonterías como 'Showtime'. Bien. Interesante. Y muy curioso, ¿a qué si? Y si alguien se pregunta el por qué estoy hablando de esto es porque, sencillamente, me aburro del simple hecho de pensar en que escribir que sea directamente atribuible a un film tan escaso de recursos como este 'Zooloco'.
Kevin James vendría a ser una de las pocas cosas salvables de 'Zooloco', junto a la belleza de la en esta ocasión "mercenaria" Rosario Dawson, si es que merece la pena salvar algo si con ello dejamos que el recuerdo de la cinta perdure en nuestras cabezas. Y es que James por lo menos cumple con su eficacia habitual su tarea sin resultar ni cargante ni irritante, que no es poco, y con la que nunca salvará un filme pero con la que tampoco lo hundirá. El otro elemento clave es, evidentemente, esos animales parlantes que como ya sucediera en aquella otra joya de la comedia moderna que era 'Dr. Dolittle' de vez en cuando sueltan alguna parida con la que olvidarse del resto de una producción comercial en su más estricto sentido, que más que una historia es una idea que además parte de un concepto en verdad estúpido al menos por como esa planteado, donde cosas como la lógica, la coherencia o la credibilidad brillan por su ausencia (¡¿un gorila ligando en Friday's?!, ¡¿perseguir a un taxi en una canoa?!), donde tanto monta que monta tanto y las cosas pasan por que sí, porque quedan bien y sin que a nadie tanto fuera como dentro de la película les importe mucho, cuyas escenas están ordenadas de forma aleatoria y de tal manera que puedan pasar por película en base a ese patrón visto en mil y una películas, y donde partiendo de un prólogo que a la postre casi resulta su mejor escena el resto es relleno, relleno y más relleno para que dicha escena pueda ser recuperada al final pero intercambiando los roles del principio. Y por supuesto no nos olvidemos de ese maravilloso e imprescindible final que no puede faltar en una producción de este estilo que se cree digna heredera del espíritu de James Stewart y su 'Qué bello es vivir'.
Técnicamente muy solvente, de eso no hay duda, 'Zooloco' es una producción netamente comercial tan olvidable como prescindible, muy justa en todos sus aspectos y cuya única posibilidad de sobrevivir se encuentra en la gracia inherente que cada cual le encuentre a oír hablar a unos animales cuyas voces españolas tienen su punto, aunque no al nivel de la saga 'Austin Powers', y cuyos chistes a veces incluso tienen su gracia de por sí, como por ejemplo los que salen de la boca del mono de José Mota. A 'Zooloco' se la ve venir de lejos, y junto a su suponemos involuntario y fortuito homenaje/guiño a ese clásico moderno con el que amenaza ser 'El origen del Planeta de los Simios', se convierte en lo mejor de una función nada emblemática capaz de hacernos creer que ante la amenaza de un león hambriento la labia puede ser una muy buena defensa. Lástima que entre unas y otras cosas los adultos andemos un tanto justos de imaginación.
Nota:
3
Por Juan Pairet Iglesias
+1
Por una vez estoy de acuerdo contigo. Cuando baja de su clásico 6'5.....maaaaaalo
Mira que me gusta Rosario Dawson y el tema de los animales y tal, pero es que ofrecen tan poco...
Me sabe mal suspender una película que creo partió con buenas intenciones, pero que se ha quedado en casi nada
Nota: 4.