'Young Adult' - Grown Ups
'Young Adult' es una efectiva muestra del término medio, una cinta de autor escondida dentro de una producción de estudio. Por un lado, tras su fachada de comedia ligera propone una ácida, reflexiva y sutil visión sobre las incongruencias de la sociedad actual y algunas de sus consecuencias dentro del mundo civilizado; por otro lado, por debajo de su apariencia de trascendente dramatismo sobresale el marcado tono light y alegre del inofensivo romanticismo propio de Hollywood. Bien dirigida, escrita e interpretada, este balance de medios en pos de contentar a todo el mundo resulta todo lo convincente que la bienintencionada autocomplacencia permite. O lo que es lo mismo, es buena pero sin pasarse.
¿Les resulta familiar el primer párrafo? Lo más probable es que no, lo dudo mucho, aunque sería todo un placer que hubiera aunque solo fuera una persona, contándome a mí, que cuanto menos tuviera una vaga sensación de déjà vu. Si lo buscáis en Google (o cualquier otro buscador, si es que existen, puede que también aparezca) veréis que su copyright no corresponde a este año... porque es exactamente lo mismo que escribí hace ahora un par de años en el segundo párrafo de la crítica de 'Up in the Air' (en el primero, básicamente, criticaba la no traducción castellana de según qué títulos en inglés...), no por casualidad la anterior película de Jason -hijo de- Reitman. Bueno, casi exactamente ya que me faltaba una n en "incongruencias" y una i en "apariencia" que me deje por el camino, un detalle de lo más interesante, ¿verdad?
Eso es lo malo de escribir en internet, que uno ha de advertir de la reutilización de material añejo -que no ajeno, ojo- no vaya a ser que alguien piense mal de ti... Una lástima la verdad tener algún tipo de reparo moral, sólo alguno no se crean, porque cambiando unas pocas palabras de aquella crítica habría tardado mucho menos en escribir lo que voy a escribir que, básicamente, es muy parecido sólo que reduciendo la valoración y el entusiasmo a un nivel un poco más mundano, cotidiano, terrenal, corriente... eso sí, me voy a inspirar en aquella crítica que después de tanto oír hablar de austeridad, recortes y demás me han dado ganas de aplicarme la misma cantinela, y aunque no lleve un reloj que resplandezca por las noches cual GusiLuz mi tiempo también puede valer para algo más que para pagar ese café al que soy adicto.
En aquel entonces hablaba de una "película de formulario que señala las heridas desde la barrera, de ingenio medido con escuadra y cartabón, Jason Reitman viene a ser un alumno aventajado de Alexander Payne o una versión más inteligente y sutil de Judd Apatow, aunque falto de la presencia y personalidad de cualquiera de los dos". Dos años han pasado desde entonces, y si bien Apatow no ha estrenado nada (al menos como director) si lo ha hecho Payne. Alumno si, aventajado tal vez, aplicado no tanto; me reafirmo aunque la comparación con Apatow la vea ahora un tanto absurda. El principal problema de 'Young Adult' no es tanto ella misma como lo que la precede, llámese 'Up in the Air', 'Juno' o 'Gracias por fumar', cualquiera de ellas mejores por demás de esta una interesante producción, pero a la que más allá de su brillante corrección le falta algún elemento clave que invite a nuestra memoria a cederle un hueco en nuestra cabeza. Sí, está bien, tiene sus puntos, se deja ver... pero sólo está bien, sólo tiene sus puntos, sólo se deja ver, algo válido cuando no se espera pero insuficiente cuando se espera de alguien con currículum.
Comedia dramática o drama cómico, al igual que con lo del vaso medio vacío o medio lleno según se tenga el día, 'Young Adult' posee un cierto halo a celuloide gastado, a déjà vu. Si tal y como el propio cartel de la cinta nos advierte de que hay personas que aunque se hagan mayores nunca maduran, tema evidente de una producción en la que subyace un subtexto sin exprimir mucho más rico, de igual manera hay directores que se hacen mayores detrás de la cámara sin que por delante de ellas se haga patente dicha evolución hacia la madurez... como es el caso de Jason Reitman, cineasta afiliado a esa corriente del cine indie norteamericano sufragada por el interés de los estudios en los Oscar al que se le empieza a ver las mismas maneras del en otro siglo interesante realizador Cameron Crowe. ¿Mismo destino? ¿Será este el -salvando las distancias- 'Elizabethtown' de Reitman Jr.?
Sea por reincidencia en los mismos patrones de un cine cada vez más impersonal (y frío) de aspecto casual, o sea por la aparente humildad de un realizador que esconde su labor detrás de sus actores, lo cierto es que desde que Aaron Eckhart nos vendiera como pocos el vicio del tabaco hasta el día de hoy nunca se le notó tan poca iniciativa, progreso y evolución en su cine al hijo de Ivan Reitman, quien amenaza al igual que su padre en convertirse en otro peón de la industria aunque sea con licencia para decir tacos, permitirse un punto de mala leche e imprimir cierto tono agridulce a una mirada por demás demasiado condescendiente como para ensuciarse las manos con la mierda que le rodea. Así no es tanto que la labor de Jason Reitman no resulte correcta, eficaz o competente como la falta de sorpresa de todo el conjunto, algo inherente a su vez a un guión de Diablo Cody que muestra los dientes sin atreverse a morder, versión light, y que si no fuera por la excelsa labor de Charlize Theron, Patton Oswalt o Patrick Wilson se merecería promocionarse con ese vulgar póster que dicen es su cartel.
Concluyo, porque concluyo ya (que creo que esta crítica se me ha ido un tanto de las manos), recuperando algo ya dicho -más o menos- en la misma crítica de 'Up in the Air': Reitman es un eficaz narrador especialmente dotado para la dirección de actores al que le falta la valentía y la ambición de los grandes para dotar de personalidad sus films, faltos de una puntilla que certifique sus indudables méritos. Inteligente, sí, pero falto de mordacidad, con un toque amargo diluido en pos de resultar simpático, sin asumir apenas riesgo alguno y algo aletargado a la expectativa y amparo de no molestar demasiado a la mano que le da de comer. Y así, 'Young Adult' es una buena película mientras dura que ni sorprende ni molesta. Fin.
Nota: 6.5
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Tras películas como 'Gracias por Fumar', 'Juno' o 'Up in the Air', Jason Reitman se perfilaba como un director de bastante prestigio en la meca del cine. En este sentido cualquier nuevo trabajo del hijo de Ivan Reitman se espera con cierta expectación. 'Young Adult' es su nueva película y, de nuevo, tras 'Juno', vuelve a trabajar con Diablo Cody como guionista.
Leyendo la sinopsis ya nos vamos dando cuenta que nos encontramos ante un producto que poca novedad va a ofrecer a la filmografía de Reitman. Efectivamente así es, ya que el producto nos ofrece un "más de lo mismo" en la temática que veíamos en 'Juno'. Aun así, la sólida dirección de Jason Reitman es razón suficiente para salvar el producto final junto a una interpretación solidísima de Charlize Theron, que clava su papel de alguien que parece no haber madurado y que tampoco tiene pinta de querer hacerlo.
Diablo Cody vuelve a firmar un guión que, al igual que 'Juno' rompe con la narración convencional de las comedias. En definitiva, 'Young Adult' tiene los suficientes ingredientes como para agradar, con una banda sonora bastante acertada que se une a lo ya mencionado, pero que nos deja la impresión de un conformismo por parte de Reitman que asusta en el sentido en el que, probablemente, jamás sabremos si es capaz de hacer algo distinto a lo que ya ha realizado.
En definitiva, una buena película, aunque lejos de las interesantes 'Gracias por Fumar' y 'Up in the Air'. Al no ofrecernos nada nuevo en cuanto a su forma, el contenido nos puede parecer insuficiente, pues esa forma ya la vimos en 'Juno'.
Frase memorable: Es bueno mantener a las personas que te conocen a tu alrededor.
LO MEJOR: La dirección de Jason Reitman.
LO PEOR: Es más de lo mismo.
NOTA: 6,1/10
No es nuevo a estas alturas la obsesión de los americanos por el instituto, ese momento de la vida que parece que te marca irremediablemente para siempre en un camino dividido entre ser popular o perdedor y culminado con el baile de fin de curso que siempre nos venden como el momento cumbre de la vida de todo estadounidense.
Si eres de esos americanos raros que han seguido con su vida y han olvidado esa etapa, siempre están las reuniones años atrás para volver a ver a tus antiguos compañeros, abrir viejas heridas y comparar si son más o menos fracasados que tú.
En este caso ese reencuentro por el pasado no tiene lugar por una reunión de ex-alumnos sino por el nacimiento de la hija del personaje que hace Patrick Wilson. La protagonista (Charlize Theron, cuya actuación es de lejos lo más destacable de la cinta) recibe el mail de la invitación y en un momento en el que pasa por un reciente divorcio y con su carrera de escritora en momentos bajos, tiene la revelación de que su ex del instituto que estrena paterninad, es el amor de su vida y lo debe recuperar a toda costa.
Así que allí se planta ella y su perro para sin un plan definido y oyendo cassettes de la época por el camino, a intentar recuperar a un ex que pese a tener una vida estable cree que la sigue queriendo como ella a él.
Jason Reitman en pocos años nos ha dejado interesantes comedias, algo diferentes a lo acostumbrado. Formó dueto en la premiada Juno con la guionista de la que nos ocupa, Diablo Cody.
Esta guionista es la autora de la serie United States of Tara que mezcla comedia ácida con el drama de una enfermedad y que muchas veces se pasa de rosca o realmente no llega a lo que te quiere trasmitir pecando de pretenciosidad.
Esta indeseada cualidad fue la presente en la última película en la que fue responsable del guión (Jennifer's Body), una patochada que bien pudo ser el fruto de un importante colocón de sustancias psicotrópicas y que no había por donde cogerla ni saber que se nos quería transmitir con ella.
En la que nos ocupa también esta presente esa pretenciosidad con unos toques reflexivos que no enternecen y algunos grados de acidez que no provocan más que indiferencia. La moraleja general y observar la película en su conjunto no deja un regusto del todo malo.
Mayormente nos encontramos como decía, la dualidad entre personajes estancados en la fase del instituto y otros que han seguido de forma normal con sus vidas. Aparte de la protagonista, la eterna reina del baile, pendiente siempre de su aspecto aunque ande actualmente sumida en el alcohol y con una importante inestabilidad mental que toca fondo cuando todos la ven como realmente es.
Por otro los clásicos perdedores, víctimas en el instituto de gente como la protagonista y aún así sintiendo admiración por ellos en un típico instinto masoquista del ser humano. Vemos esto en los personajes de Collette Wolfe y sobretodo el que hace de su hermano (Patton Oswalt), que nos ofrece un papel muy similar al de United States of Tara con el papel de pobre gordo infeliz que se confirma con las migajas de una loca y cuyo sueño es acostarse con ella aunque sepa que es un mero pañuelo.
Un papel demasiado exagerado y humillante que para que quede claro lo triste que es no para de repetir que está gordo y que le pegaron unos populares en el instituto una paliza que le dejó el pene torcido, aparte de repetir que es un friki y la cámara enseñarnos sus muñequitos de superhéroes para que quede claro.
Me quedo de la película para terminar con algo positivo, con la actuación de la protagonista y esa moraleja sobre enfrentarse a las obsesiones o heridas del pasado para intentar pasar página y la eterna y difícil búsqueda de la felicidad.
Nota: 4'5
Nota: 5,5.