A veces te encuentras con películas que nunca verías en el cine, ni si quiera en tu casa. Con un argumento tan normal que da pereza. Una historia que no destaca, que no aporta nada nuevo. Pero siempre he creído que este tipo de películas son las que llegan a las personas en los momentos justos de sus vidas para aprender algo de ellas.
Mike Flaherty (Paul Giamatti) es un padre de familia que trabaja como abogado y, por las tardes, entrena a un equipo escolar de lucha libre. Gracias a uno de sus casos, descubre como duplicar sus honorarios, ya que pasa por una mala situación económica, pero cuando todo va estupendamente, las cosas se tuercen.
Esta película se salva de arder en la hoguera porque cuenta con sencillez una historia que le puede pasar a cualquiera. Es verdad que el tercer guión del actor Tomas McCarthy (The visitor) roza el telefilme de sobremesa, pero la actuación de sus actores lo salva y creo que él era consciente de eso. Lo importante en estos casos es conservar el humor, porque si ni siquiera te ríes un poco de la situación, la película está abocada al fracaso. Cuenta con grandes actores como Paul Giamatti (Entre copas) que además de tener una vis cómica particular, es el gran peso sobre el que recae la acción y quien lleva a los demás personajes hacia delante. Todo esto ayudado de un joven actor que puede dar que hablar en posteriores interpretaciones, Alex Shaffer. Ambos llevan el peso de una historia de tantas que pueden ocurrir en la vida real. A veces estas películas tienen ese problema, que no llaman la atención y llegan al público porque de casualidad conoces las otras películas que ha realizado el director y te han gustado o la cara principal es conocida. Pero es difícil que tenga una gran repercusión. Lo único que nos queda a los críticos es resaltar el por qué se debería ver (si es que se debe ver en algunos casos).Pues está claro: por Paul Giamatti y la ironía que recorre el film. Un guión insulso puede parecer otra cosa con actores como él.
Podría hablaros de lo cuidada que es la puesta en escena (otra cosa que la diferencia de los telefilme); de lo bien logrados que están los secundarios (alguno ya ha trabajado con el director como Bobby Cannavale (The station agent) y otros son rostros conocidos); de que es muchísimo mejor verla en versión original… pero no diría nada especial, porque no tiene nada en lo que destaque, sólo los dos puntos anteriores.
Es una historia de personajes, de vivencias, de una realidad tan real, que si viene un amigo a contarte esta historia de otra persona no te sorprendería. Es el mismo resultado que produce la película. No sorprende. Es simplemente otra historia más.
Y hasta aquí puede llegar esta crítica. Al igual que un rumor o una historia que va de boca en boca se pierde en el aire una vez se ha contado, Win Win. Ganamos todos (premiada en el pasado festival de Sudance), se perderá entre tantas historias contadas en el cine.
Nota:
5
Por Rocío Campos
http://www.dailymotion.com/swf/video/xj07fr
Encima me parece que puede ser algo por descubrir
Estreno: 1 de julio.