'The Boy' - Le llamaban Don Cristal
Lo de 'The Boy' viene a ser como un combate que enfrenta al cine de terror atmosférico con el cine de terror más efectista. Y a pesar de un resultado agridulce que podríamos catalogar de un empate sin pena ni gloria, lo cierto es que dicho "combate" mantiene viva hasta el final la llama de una propuesta que, dentro de su clara humildad, perfectamente podemos dar por válida dentro de unas perspectivas muy moderadas de clase medio-baja.
'The Boy' es el modelo de película que más abunda en los festivales especializados. Un filme de género con clara voluntad genérica a la que esta misma voluntad genérica limita como no más que un filme de género. ¿Me explico? El director William Brent Bell tiene tan claro que está haciendo un filme de género que, simplemente, se limita a ser eso, un filme de género sin más ambición que rendir pleitesía a las convenciones que la cobijan. Un punto intermedio rodado con algo de ganas y una cierta intención aunque con poca voluntad y unas expectativas muy reducidas.
Bien por un lado, porque tiene clara su vocación y no pierde el tiempo en disimular; mal por el otro, dado que no hay mucho más que un golpe de efecto de dudoso recorrido sobre todo entre el público menos afín. Si bien tanto el argumento como la propia cinta muestran maneras, intermitentes eso sí, en última estancia estas quedan supeditadas al habitual giro final en busca de una sorpresa que no es tal, en realidad, toda vez que ha derivado en una costumbre de sobra conocida por una audiencia que ya siempre sospecha por rutina de todo menos del mayordomo.
Esto es, 'The Boy' funciona sobre todo cuando se deja llevar por el momento y la presencia de Lauren Cohan, remitiendo en algún momento a la inquietud de los mejores momentos de por ejemplo, 'La mujer de negro' de James Watkins. Cuando juega a lo pobre, y no por casualidad, y su humildad se centra en la relación imposible entre una mujer y un muñeco. Es cuando dicha relación se transforma en algo cotidiano que la cinta adquiere un cierto encanto turbio, y por supuesto, intrigante. ¿Miedo? No necesariamente, pero si curiosidad.
Pero claro está, la curiosidad mató al gato. Y la posible inquietud latente del relato se diluye en cuanto, a la hora de tomar un desvío, la cinta prefiere transitar por el camino ya conocido en busca de la condescendencia de quién paga una entrada en busca de un par de sustos. De ser carne de cañón en festivales de medio mundo dónde hacen falta películas como estas, que no desentonen al tiempo que rellenan los huecos de una parrilla a la que sirven, sin embargo, de referencia para fijar el terreno neutral entre los héroes que nos aterrorizan y los villanos que nos dan auténtico miedo.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Estuve tentado de hacer lo mismo. Pero no me pareció elegante.
Tiene un planteamiento curioso, el niño que debe cuidar choca y ya das por echo que será algo más que un simple objeto. Ahí esta lo maximo que juega el largometraje que se ve deteriorado por el secundario, tenemos al
Spoiler
Para verla en plan watspaeando y a otras cosas.
Spoiler
Cuando se ve la sombra de un adulto en el desván...
La primera mitad se puede catalogar de entretenida (aunque miedo más bien poco), pero luego la película pierde el rumbo llegando a ser algo ridícula. Un final más acertado y donde realmente se explicase de manera razonable lo sucedido en su día hubiera dejado la película en mucho mejor lugar. Lógicamente algún pequeño susto y algún hecho extraño ocurren, pero vamos, que es lo menos que podíamos esperar de la película.
Y sí, Lauren Cohan es realmente guapa. Nota: 5.
Lo que a primeras me pareció poco acertado, pero después me convenció es:
Spoiler
Nota: 8,5