'Terminator: Génesis' - Díselo a la mano
Es algo tan obvio que incluso incomoda tener que decirlo: Es tan esperable como comprensible que este "reinicio" de la franquicia de Terminator carezca de la magia, encanto, categoría o como quieran llamarlo de 'Terminator 2: El juicio final', posiblemente una de las cinco mejores películas de acción de la historia. Y posiblemente también, una de las tres mejores películas de acción de la historia (junto a 'La jungla de cristal' y una tercera de libre elección... a la espera de comprobar cuan lejos sitúa el tiempo a las recientes 'Redada asesina 2' y 'Mad Max: Furia en la carretera'). Y es algo tan obvio que ni hace falta molestarse en explicar el por qué.
A quién dicha afirmación no le parezca ni de casualidad susceptible de ser obvia, casi mejor que eche a correr en dirección contraria a dónde proyecten 'Terminator: Génesis', vaya por delante un más que digno reemplazo veraniego de la intemporal obra maestra de James Cameron que envejece como el buen vino: Su modelo de creencia no está obsoleta, pero sí es vieja (y mucho me temo, se encuentra al borde de la extinción). Súmate al cambio, ya se sabe. En pleno siglo XXI podríamos decir que 'Terminator: Génesis' es hija de su tiempo y tiene más que ver espiritualmente con la hoy aparentemente vilipendiada 'Terminator 3: La rebelión de las máquinas', a la que ignora -junto al spin-off post-apocalíptico de McG- con el fin de sustituirla como tercer capítulo adoptivo de las desventuras a través del tiempo de la familia Connor.
¿Está a la altura de la franquicia? Ante la posible duda -¿qué versión de la franquicia?, por ejemplo- mejor replantear la pregunta: ¿Está a la altura de las circunstancias? Y así eliminamos buena parte de esa duda (y nos lo ponemos más fácil): Decididamente sí, 'Terminator: Génesis' está a la altura de las circunstancias... actuales, ya sea ante el que ha envejecido alegremente y en paz junto a la piel del T-800 como ante el que no sepa que Skynet ya se la tenía jurada a la humanidad en los años 80. Claro que hay que partir de la obviedad referida de inicio: Ni cualquier pasado fue necesariamente mejor... ni tampoco en el presente se suelen hacer las cosas para que duren hasta el futuro. Y así 'Terminator: Génesis' es un blockbuster veraniego año 2015 que hay que ver y disfrutar como tal. Mañana, ya veremos.
Y como blockbuster con expectativa de no ser la última de su estirpe resulta tan competente y digno como puede llegar a ser el cine de evasión norteamericano dirigido por un agradecido realizador televisivo -por mucho que sea 'Juego de tronos'-, que la personalidad ya la aporta el semblante de Schwarzenegger, tan solvente a su edad como el resto del reparto. La re-escritura de la línea temporal original puede ser fuente de suspicacias y, a falta de secuelas que arrojen algo más de luz, objeto de inconsistencias y demás, pero al menos en un vistazo superficial como espectador de multisala -el objetivo- la misma curiosidad que despierta se convierte en el mejor aliado de la película, al menos, para el ilustrado capaz de pillar las numerosas referencias al trabajo de James Cameron, el cual conviene conocer todo sea dicho de paso para que el pim, pam, pum que se muestra adquiera algo más de sentido.
Este nuevo Terminador vendría a ser lo mismo que 'Regreso al futuro II' para con 'Regreso al futuro' pero, se advierte, sin la habilidad de Robert Zemeckis tras las cámaras, ni el encanto que supone tener carácter ni el plus que aporta un trabajo en apariencia más pasional que industrial. Y a cambio de alma, entretenimiento: si algo ha demostrado la Skydance Productions de David Ellison es saber hacer cine entretenido, tanto como lo eran 'Star Trek', 'Misión: Imposible. Protocolo Fantasma' o 'Guerra Mundial Z'. La diferencia, quizá y aparte de la sensación de título programable, ese punto de alma que la habitual dependencia con aroma a déjà vu de los CGI no es capaz de solventar, ni aún como es el caso se vea reducida a momentos puntuales (pero a la vez cruciales). 'Terminator 2: El juicio final' funciona más y mejor como concepto, como idea, que como una película pendiente de (o esperanzada en) una secuela que la pula.
Como toda película "peleada" con las líneas de tiempo, 'Terminator Génesis' presenta vamos a llamarlo "sus cosas", reforzadas por su evidente condición de "blockbuster": Como que el T-800 "bueno" espere al T-800 "malo" de tal manera que, antes de cargárselo de un tiro sin más -versión lógica-, lo haga previa lucha entre ambos -versión "mola más"-. Y tranquilos, esto ocurre a los 10 mins., no es un spoiler digno del que arroja su tráiler... o su cartel, el cual se produce ya puestos más o menos hacia la mitad en un punto de inflexión que divide al filme en dos, una primera mitad más juguetona y una segunda más convencional. Es hora de reiniciar nuestro futuro, y valorar así el presente sin estar todo el rato mirando al pasado... aunque los primeros que lo hagan sean los estudios en busca de inspiración. Al menos, en este caso, existe una conciencia que aboga por (intentar) respetar el contexto.
En ese sentido uno no puede sino acordarse de 'Terminator 3: La rebelión de las máquinas' por mucho que, parezca, que lo suyo ahora es olvidarse de ella. Evidentemente, se trata de un trabajo que se encuentra en un universo paralelo al desarrollado por James Cameron -según la actualidad-, pero que vista como puede llegar a ser vista, no sólo no está nada mal sino que resulta además muy entretenida, si lo prefiere siempre y cuando no nos la tomemos en serio. Igual dentro de diez años, cuando toque el nuevo reinicio de la franquicia, hablemos con la misma sensación de rechazo de 'Terminator: Génesis'. Cierto. No lo voy a discutir, la verdad, como tampoco voy a discutir que la he disfrutado como disfruté la tercera en 2003. Lo importante es que 'Terminator 2: El juicio final' será siempre la mejor entrega de la franquicia. Y eso es algo que todos deberíamos saber que no vamos a recuperar.
Nota: 6.5
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Le doy un 6.
Spoiler
No me extrañaría nada que fuera una exigencia de Chuache
Spoiler
El concepto de 'Terminator: Génesis' es bueno, muy bueno. Se podría haber sacado mucho provecho de una premisa tan interesante. Podría haber sido el 'Regreso al futuro 2' de 'Terminator'. Pero al final, no solo ha acabado siendo un refrito de toda la saga con muchos guiños para los fans (algo que no es necesariamente malo), sino que es una película tediosa, que convierte algo que podría ser fácil en complicado sin ninguna necesidad, y que prostituye a un personaje que es un auténtico mito del cine de acción. El T-800 de Schwarzenegger es realmente terrible, parece un don nadie al lado de los primeros, por no hablar de el intento de humanización por parte de Sarah Connor llamándole abuelo. Irritante, tanto como Emilia Clarke (muy guapa, eso si) o el exceso de repetición en la gracia de ver sonreír al T-800. Fue gracioso por lo espontáneo del momento en 'Terminator 2', la repetición acaba haciendo que pierda toda la gracia. Lo mismo con la frase de "Viejo, pero no obsoleto".
El guión mata a esta película, que va directamente a lo peor que he visto este 2016, y que seguramente a final de año siga ahí. Alan Taylor se esfuerza, pero no puede salvar el desaguisado que es la historia, igual que el reparto. Le echan ganas, pero algunos se pasan de frenada y otros no llegan, como por ejemplo Jai Courtney. Tras verle en unas cuantas producciones, no me cabe duda que desde su estreno televisivo en la serie 'Spartacus: Sangre y arena' no ha vuelto a estar a ese nivel, ni ha llegado a tener el mismo carisma. A ver si tras su primer proyecto interesante, 'Escuadrón Suicida', hace que me trague mis palabras.
Me gustaría destacar como positivo que, al menos entretiene, pero no es así. Sus dos horas de duración se me hicieron pesadas. Con 90 minutos habría sido más que suficiente. Si me quedo con algo, es con los efectos especiales, que son una pasada (sobre todo el T800 recreado por ordenador).
Un 3.
1984 y 1991 fueron los primeros años de la línea termporal de la franquicia de Terminator, dos entregas dirigidas por un genio como James Cameron y con un equipo delante (Schwarzenegger, Michael Biehn o Linda Hamilton) y detrás de las cámaras (Cameron, Stan Winston y sus espectaculares efectos, el compositor Brad Fiedel con su reconocible tema y sus efectivas bandas sonoras) que rendía a un grandísimo nivel para dar dos largometrajes excelentes.
En 2003 James Cameron ya estaba desvinculado de la franquicia y salió aquel engendro llamado 'Terminator 3: la rebelión de las máquinas', una cinta centrada muchas veces en la parodia y con un John Connor impropio de lo que estaba destinado a ser.
Este defecto de la línea temporal de una franquicia dedicada a las líneas temporales dio pie a una película aceptable (desde mi punto de vista) en 2009 con Christian Bale a los mandos llamada 'Terminator Salvation'. Si bien es una cinta mejorable, creo que tenía ideas interesantes y unos eventos que deberían haber sido la línea a seguir con las guerras contra Skynet.
Pues bien, todo esto se ha ido a la basura.
El lema de 'Terminator Génesis' es "Reinicia el futuro", y ciertamente es así. Después de un principio lleno de homenajes, pasa a tener su propia historia; pero en esta franquicia, una nueva historia significa más eventos y más cacao mental para el público. Aquí está su primer fallo, provocar este caos de historias y, de paso, no respetar todo lo bueno que dejaron 'Terminator' y 'Terminator 2: el juicio final'.
Como producto independiente tampoco se sostiene demasiado; si bien introduce algunos elementos interesantes y novedosos como el nuevo cyborg, todo lo demás queda vacío o poco aprovechado (como J.K.Simmons), dando la sensación de que esta supuesta reinvención es al final lo mismo que ya se contó y peor. Por mucho que querían meter nuevo no han conseguido sacar algo realmente espectacular, solo han hecho caer la saga aún más en picado. Por no ir muy lejos, la Sarah Connor de Linda Hamilton creo que se come con patatas, huevo y todo lo que se le ponga a la Sarah Connor de Emilia Clarke que no me parece la mitad de dura ni la mitad de carismática.
No dudo de que las intenciones de todo aquel involucrado en este proyecto fueran buenas; sin embargo, lo que le hace falta (y desde hace bastante tiempo) a esta saga es finalizar y dejar de marear al público con los sucesos que añaden constantemente. Terminator es historia de ciencia-ficción, y con tal estatus tienen que dejarlo a los mejores profesionales del cine para que de una vez por todas den con un guión que lo haga morir dignamente. Es lo que realmente merece.