Es imposible escuchar el nombre de Danny Boyle y no recordar su obra maestra Trainspotting o su excelente filme de zombies "28 Days Later". Ahora añade a esta serie de éxitos otra película que lo ratifica como un director que tiene muchísimo que aportar. Este filme plasma desde sus primeras escenas el ambiente que rodeará la cinta. Una India paupérrima, llena de carencias, ignorancia, corrupción y el retrato de la desesperanza que indica que la única forma de escapar de esa vida es por medio de ganarse la lotería. Todo esto es reflejado a través de las aventuras de Jamal y su hermano Salim (Madhur Mittal), dos niños de la calle, que escapan de diversas desventuras y que finalmente llevarán a Jamal al programa de concursos.
La película está dividida en dos. La primera parte es toda la infancia de los niños, que hacen un viaje desde un basurero, y topan con explotadores y abusadores de niños. El retrato de esta India es desolador y tiene un efecto por demás impactante en el espectador que pronto se da cuenta que por más que corran no hay salida de sus circunstancias pues cada vez que huyen de un lugar, se encuentran con ladrones, mafiosos y policía corrupta. Una India dónde sólo el más cruel y fuerte sobrevive y dónde no hay lugar para dos niños que deben crecer de inmediato para poder subsistir. El director y los dos chicos hacen un trabajo impecable, que es digno de ser visto una y otra vez.
La segunda parte inicia cuando sabemos sobre el amor perdido de Jamal, Latika (Freida Pinto) y su insistencia por recuperarla. Poco a poco vamos olvidando la India paupérrima y nos acercamos más a una historia intrascendente y demasiado perfecta, un romance por demás idealizado que lo vuelve un cuento de hadas. Es una lástima que la historia de amor le quite ese ritmo de denuncia que tan buenos resultados daba al principio (aunque esto le asegura un éxito comercial que no obtendría de otra manera). Sin embargo no todo está perdido, pues es aquí dónde podemos ver un poco más acerca de la corrupción que rodea a estos concursos que están diseñados para que el participante no gane.
Cabe resaltar que como la historia es narrada en retrospectiva, el director tiene la oportunidad de contar la vida de estos muchachos en diferentes edades. Esto da como resultado que veamos tres actores por cada uno de los tres personajes centrales. Cada uno de ellos hace un trabajo excepcional, pero quienes sin lugar a dudas se roban la película son los jóvenes hermanos de no más de 7 años, su actuación es sublime y conmovedora. La fotografía es otro personaje, dándonos tomas por demás maravillosas de las ciudades visitadas y de uno que otro edificio característico del país en cuestión; un trabajo por demás estupendo.
"Slumdog Millionaire" es de esas producciones que brillan por sus aciertos y nos envolverán con su historia.
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