Todos los años se suele estrenar alguna que otra película que, sin ser tampoco una verdadera maravilla, no tiene la suerte de obtener el reconocimiento que se merecería, títulos más bien modestos que por lo general por un motivo u otro, sea el que sea que para el caso nos da igual, suelen pasar bastante desapercibidos para el grueso de una población que no sabe o no contesta al respecto. Sin embargo este tipo de películas, en otros tiempos vía VHS actualmente a través de las... descargas (legales o ilegales), en algunas ocasiones tienen una segunda oportunidad para no caer en el olvido, para en cierta manera poner en hora sus méritos con algún tipo de reconocimiento que rubrique el buen trabajo de sus responsables. Títulos idóneos, en resumen, para tomar aire durante una tarde de resaca, amenizar un aburrido turno de trabajo, descansar de las raciones habituales de cine de autor o paliar las consecuencias de una jornada intensiva de estudio. 'Sin frenos' es de esa clase de filmes.Se hace evidente que los responsables de su distribución no han apostado lo que se dice precisamente por ella, especialmente después de comprobar como su impacto comercial ha sido más bien nulo en el país de las barras y estrellas. Y no les culpo, para nada, porque razón tienen para ello aun a pesar de que el producto que tienen entre manos no es susceptible de crear cargo de conciencia alguno, más bien todo lo contrario, si acaso, precisamente por haberle dejado a la buena de Dios sin haber luchado por él... aunque los resultados, máxime dado el lamentable Estado en el que vivimos actualmente, muy probablemente hubieran sido aún más insatisfactorios que los de 'Desafío total', sin ir más lejos, dos películas de corte similar que se diferencian principalmente por ese corazón que el dinero no puede comprar.
Siempre hay productos como esta 'Sin frenos' que resultan muy difíciles de vender, da igual lo buen vendedor que puedas ser o los medios que puedas poner al servicio de la causa, que cuesta convencer a quien pague por ver una producción que sólo una vez vista se hace evidente su potencial real, el cual va más allá de ser una especie de 'Step Up' con bicicletas y en 2D, y que es considerablemente mayor al de bastantes de las grandes campañas de marketing que traen consigo después alguna película... pero lo dicho, una vez vista, las cosas como son, y aunque detrás de las cámaras haya tres nombres que animen, y mucho, a confiar a ella parte de lo que ya se pueden considerar como nuestros ahorros, si es que aún nos queda alguna moneda en el bolsillo.
Especialmente destaca como argumento a favor el nombre de David Koepp, reputado guionista con una más que curiosa e interesante carrera como realizador que comprende cinco filmes de lo más simpático: 'El efecto dominó', 'El último escalón', 'La ventana secreta', '¡Me ha caído el muerto!' y la que nos ocupa. Y si algo tienen en común estas películas, incluída 'Sin frenos', es que todas ellas son un modesto acercamiento a un género resuelto con mucha solvencia, y en donde a falta de una brillantez innecesaria se ha apostado por la eficacia conceptual. Igual que hablábamos al principio de la importancia de vender un producto también cabe señalar como fundamental conocer tanto el producto como las posibilidades que puede ofrecer uno mismo, y en ese sentido Koepp demuestra la suficiente inteligencia y maña como para prescindir de su posible nombre como autor en favor del resultado de cada causa en la que se ha sumergido. Y que siga, que van cinco de cinco grandes "pequeñas" películas.
Los otros dos nombres cabe encontrarlos delante de las cámaras. El primero es el de Joseph Gordon-Levitt, al que habrá quien reconozca incluso de haberle visto en películas que no ha dirigido Christopher Nolan o más incluso aún en la pequeña pantalla. No es una gran estrella a pesar de tener cara de simpático y llevar toda la vida delante de las cámaras, pero si es algo aún más importante: es una actor que ha querido, chapeau por él, ser un actor en vez de una estrella. ¿Gordon-Levitt haciendo una simple película de acción teenager a lo 'Torque'? Para nada, un rápido vistazo a su filmografía para comprobar que su muy sólida carrera le empareja a la de su compañero de reparto en 'Origen', Leonardo DiCaprio, en la búsqueda de películas que sean algo más... y esta tampoco es la excepción, donde aprueba -con nota- como carismático epicentro de la acción.
Por último, el tercer nombre: Michael Shannon. ¿Digo algo más o lo dejamos ahí? Suyo es el mejor papel de la función, un divertido falso villano dueño de algunas de las mejores frases que evidencia que no hay nada como el talento, y al muy reconocible Shannon le sobra (no en vano se las hará pasar canutas -esperemos- a Superman próximamente), para dar vida a un personaje, ojo, con lo mínimo imprescindible. ¿Te aburro con mis problemas? De tan sencillo parece complicado, pero lo cierto es que sobre estos tres vértices pivota la que hubiera tenido todos los números para convertirse en una especie de película de Nicolas Cage para adolescentes de no haber sido, tal vez, por la confluencia de estos tres nombres. Talento, sentido común y pragmatismo. 'Sin frenos' no pretende hacer girar el mundo, tan sólo hacerlo algo más entretenido.
'Sin frenos' es una película, ante todo, muy entretenida, alegre y divertida, particularmente agradable de ver y de grato recuerdo que deja un muy buen sabor de boca, el mismo de quien sabe que no ha visto nada especialmente bueno pero que sin embargo, como espectador, sabe que le han tratado especialmente bien. Una producción más bien modesta de objetivos igual de modestos que vista en frío, vista con la razón, ni es nada del otro mundo ni tampoco resulta particularmente original o distinta, pero que esconde un pequeño corazoncito detrás de ella, ese pequeño corazoncito que le hace a uno disfrutar de ella de la misma forma que un niño cuando descubre por primera vez la que pocos días después será su película favorita del momento. Porque de eso se trata, poniéndole ya el freno a esta crítica, de disfrutar... y con 'Sin frenos' se logra casi tanto como se ha podido disfrutar de la última Vuelta. No esperen a encontrarla en el torrent, por favor...
Nota:
7
Por Juan Pairet Iglesias
Merecer merece la pena, una de esas películas que sin ser nada del otro mundo te alegran el día. ¡Thanks!
Joseph Gordon-Levitt como siempre lo borda
Nota: 6.
aparte de que el argumento no se lo cree ni el guionista que lo hizo
aparte de que el personaje del malo, es para mear y no echar gota, de lo tonto que es
la pelicula sigue siendo mala, aburrida , sin chispa ninguna
4/10
Joseph Gordon-Levitt se une a un selecto grupo personal llamado "Club de los que nunca te fallan", con nombres como Denzel Washington entre otros. Su personaje, Wally, es intrépido, arriesgado y temerario, y esto junto a su juvenil rostro le otorgan mucho más dinamismo a la película (ni qué decir tiene que sufrió 18 puntos en la herida que muestra en los créditos al final de la película).
El único punto flaco de la película es Michael Shanon, que de villano es un auténtico chufla y su actuación es lamentable, con poquísima credibilidad y con un evidente pasotismo por tomarse en serio su trabajo como actor en este film en concreto. Aún así, The Who y su fantástico "Who Are You" engalanan la cinta al principio y al final siendo ésta una acertadísima elección.
Película muy recomendable si se quiere pasar un rato de entretenimiento sin demasiada complicación, quizá para muchos no sea ni recomendable y ni en broma para cine, pero cumple con lo que se presupone de ella viendo el tráiler y desprende movilidad a raudales durante toda su duración. Para una noche es acertada, pero para una tarde de fin de semana es perfecta.
That´s what I say