Como cinéfilo, si algo he aprendido con los años es a ser (a veces) relativamente comprensivo con las películas que veo. Bien es cierto que 'Señales del futuro' no es ni mucho menos un film redondo... como rara vez lo es por otro lado cualquier film. No es menos cierto que a su vez, el último tercio de la función es de un riesgo potencialmente alto que se le atragantará a más de uno. Pero aun así, 'Señales del futuro' cumple con lo que cabría esperar de ella, y aunque sólo sea a los puntos sus bondades superan a sus defectos. A mí por lo menos no sólo me ha entretenido, valor fundamental de cualquier film que se precie, sino que además me ha mantenido en tensión durante buena parte de su metraje.

Otra cosa que también he aprendido con los años es a en la medida de lo posible intentar no pensar sobre el devenir de la historia y jugar "al más listo de la clase", aunque no siempre sea o nos lo pongan fácil. Tratar siempre de dejarme llevar por el director y su posible pericia como narrador para que esta pueda "sorprenderme". Esto es, intentar no adelantarme a los acontecimientos más allá de lo obvio y evidente, y más allá del director y su posible torpeza como narrador, cosa que por lo general sólo soy capaz de lograr cuando la película me ha enganchado... como sin ir más lejos me ocurrió con esta intrigante nueva película del responsable de 'Dark City', una de mis grandes debilidades.

Es probable que a poco que nos pongamos a pensar en 'Señales del futuro' encontremos algunos fallos e incoherencias. Es posible, también, que estos estén encaminados de forma consciente a contarnos una historia definida, precisamente, por su indefinición de género y su intento por abarcar cuanto más posible sin hacer fuerza en ninguno de sus puntos de apoyo. Sí, es posible que 'Señales del futuro' sea un filme algo "tramposo" y "manipulador", pues obvia a su vez ciertos elementos por el bien de lo que nunca quiere dejar de ser: Una película entretenida que descataloga de su repertorio posibles valores más ambiciosos con los que solo juega de forma local, tímida y tangencial.

Tanto al guión como a la película se les podría haber presionado para sacar más partido a su estimulante premisa, siendo que a veces da la sensación de que al igual que ocurre con una serie, cada episodio ha sido escrito por diferentes personas... algo por otro probable, siendo como bien podría ser una película cuyas posibilidades fueron siendo limadas paulatinamente para anteponer el impacto a la sustancia. Una película de ritmo constante pero que peca de cierta irregularidad, en donde entre escenas más o menos correctas y rutinarias se intercalan otras muy buenas que funcionan por sí mismas y que le dan fuerza al conjunto, haciendo que este avance hacia adelante un poco a arreones.

Los impulsados, indudable y principalmente, por sus impactantes escenas de acción y efectos especiales, si bien no sólo por estas escenas tan concretas y dadas al lucimiento; momentos ni tan aislados ni por desgracia tan constantes que demuestran que Alex Proyas sabe lo que se hace; al menos cuando quiere o la propia película (o desde producción) se lo permiten. Su falso apego a la realidad no deja de ser una coartada para lo que ya desde el principio es un film de ciencia ficción, acción y catástrofes sobrio, solemne y aparentemente serio que recuerda a 'El día de mañana' de Roland Emmerich o a 'Últimatum a la Tierra' de Scott Derrickson. Incluso con sus mismos pros y contras.

Es posible que 'Señales del futuro' no pase a la historia, salvo a la de aquellos que la vieron (y la disfrutaron en alguna medida) como no más que un lejano y simpático eco de serie B. Sin ser una mala película no resplandece como si fuera una buena, por más que consiga sobresalir del montón gracias a cuanto menos, dos o tres escenas de impacto bastante logradas y efectivas; por más que como amago voluntarioso algo quede de su indudable potencial; por más que no logre implicar más que lo justo a un pasivo e impasible Nicolas Cage. Un entretenimiento algo irregular que tal vez requiera algo de fe, pero a los puntos digno y eficaz para los aficionados al género fantástico sin grandes expectativas.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex