Allen Coulter viene directo de las teleseries norteamericanas. Será por eso que le toca la tarea de tomar al actor del momento y dirigirlo para que pueda lucir ante las cámaras en el rol que no ha podido llevar a cabo en sus ejercicios anteriores. Ese es el problema principal de este largometraje. Es tanta la apuesta en este actor que la factura llega pronto (y algo cargada).
Robert Pattinson ('Luna Nueva' - 2009) y Emilie de Ravin ('Enemigos Públicos' - 2009) protagonizan a una pareja que con pasados dramáticos se encuentran en Nueva York para protagonizar uno de los romances del verano. Lo interesante es que esos pasados dramáticos jamás juegan un papel importante en el romance. Las primeras escenas nos hacen pensar que al menos algunos "fantasmas" deambularán más allá del padre celoso y sobreprotector interpretado correctamente por Chris Cooper ('Married Life' - 2009). No es así, "triunfa el amor" y pierde la narrativa, la historia y el sentido común. Es así como lo que tenemos entre manos son un cúmulo de buenas intenciones que desembocan en una historia acaramelada y de rutina que llena los ojos de las miles de fans que van a ver a Pattison en su papel preferido de chico malcriado y seductor
El largometraje llega injustificadamente a las dos horas, teniendo grandes periodos en que si no hemos logrado empatía con la pareja (que no despierta ninguna) se harán pesadas. Sin embargo, dentro de todo esto hay una actriz cuya actuación despierta esas dotes actorales que justifican el cheque del actor. Ruby Jerins ('Shutter Island' - 2010) interpreta a la hermana víctima del pasado trágico de la familia. Introvertida y brillante es la única que despierta verdaderos sentimientos en la audiencia.
En las escenas finales tenemos el golpe mediático. Un final que efectivamente logra su cometido y le da sentido a un título que no podríamos entender si no vemos esta parte. Efectivo, pero chantajista.
Por Jalex
http://www.youtube.com/watch/v/uWQV6-QgGjI
http://www.youtube.com/watch/v/IN2HZhT7YhQ