'Qué difícil es ser un Dios' - Ejercicio extremo de cinefagia
Para cada persona, el cine y lo que espera de él es una cosa diferente. Dejando a un lado que puede haber espacio para todo y días de apetencias distintas, hay gente que afirma que una película debe contarte una historia, otros que el cine es pura y duramente entretenimiento. Luego hay casos en los que el espectador, "simplemente" vive una experiencia de sensaciones. Sin comulgar con los de "no me he enterado de nada (porque no lo ha captado y no porque no tenga explicación) pero me ha maravillado igual, las experiencias cinéfilas que te evocan sensaciones, aunque sea pura repulsa y malestar, y abandonan el contar un relato al uso, son, aparte de muchas veces difíciles de digerir, cada vez más difíciles de encontrar. La que nos ocupa es una de esas "rara avis" y más que experiencia cinéfila, directamente cinéfaga, sólo apta para valientes y/o masoquistas.
Personalmente leyendo la sinopsis jamás me imaginaba a lo que me iba a enfrentar. No se por qué, mi mente pensó en una cinta de ciencia ficción de crónicas espaciales eslavas, con científicos terrícolas interactuando con una sociedad extraterrestre atrasada en el tiempo y la multitud de sucesos que se podría derivar de ello. Sin embargo, "Qué difícil es ser un Dios", te "obsequia" con un descenso a un infierno cuyo relato habría incomodado al propio Dante. Casi tres horas de enfermiza pesadilla, con el malestar que te daría un mal colocón, casi tres horas de surrealismo extremo, mugre, niebla, locura, caos y barbarie. Alejado de un relato o una historia que se pueda seguir o con una línea argumental que de más allá para intentar escribir una sinopsis, hay una voz en off que parece querer aportar cordura de vez en cuando, darle un sentido o un camino al relato, un objetivo, pero no deja de ser un mero espejismo para la vuelta a la locura más absoluta. De hecho, si no fuera por estar en una proyección oficial, dada la incoherencia de los diálogos, pensarías que el traductor de los subtítulos que te has descargado no ha tenido su mejor día.
Una cámara fija que avanza como un personaje más por diferentes aunque similares escenarios, cargados de humedad, suciedad, secreciones, desmembramientos, cuerpos de hombres y animales expuestos, criaturas grotescas y deformes y una sensación tras acabarla, de querer sacudirte y darte una ducha, como si todas las heces, la sangre y los vómitos te hubieran cubierto y calado la ropa y todo lo que has visto, hubiera enfermado tu mente. Bienvenidos al cine 5D.
Nota (cinéfila): 3
Nota (cinéfaga): 9
Por Abrahán Guirao, AKA Calderilla
Mi nota es 3/10.
Insoportables pero valoradas por unos críticos que me cuesta creer que estén contando lo que piensan de verdad.
Un 6
Offtopic: buen curro de Fito Corleone con los subtítulos.
Del 7 original no me baja, aunque no me atreva a darle un revisionado.