¿... es pura casualidad? Aunque tal vez la pregunta más bien debería de ser, ¿pretende 'Noche de fin de año' ser una película... o le vale sólo con aparentarlo (si es que lo logra)? Así como todas las películas parten de una idea que posteriormente es desarrollada de alguna manera, 'Noche de fin de año' es un concepto en bruto que sirve tan sólo a una nada disimulada y evidente intención (que ni siquiera hace falta nombrar, ¿verdad?). Cójase un grupo de caras conocidas con ganas de sonreír, deles algo que hacer delante de la pantalla, búsquese algo que pueda servir de nexo de unión y tómese el nombre del amor en vano; una vez haya rellenado las casillas del formulario, no hay más que buscar un director sin personalidad que no caiga en el error de intentar hacer algo de provecho, y ya tenemos el símil cinematográfico de lo que en la pequeña pantalla es un telefilme: simple relleno... y una pérdida de tiempo. Halle Berry, Jessica Biel, Jon Bon Jovi, Abigail Breslin, Chris "Ludacris" Bridges, Robert De Niro, Larry Miller, Josh Duhamel, Zac Efron, Katherine Heigl, Jack McGee, Ashton Kutcher, Seth Meyers, Lea Michele, Cary Elwes, Alyssa Milano, Sarah Jessica Parker, Yeardley Smith, Carla Gugino, John Lithgow, Sarah Paulson, James Belushi, Michelle Pfeiffer, Til Schweiger, Hilary Swank, Russell Peters, Sofia Vergara, Matthew Broderick, Hector Elizondo, Ryan Seacrest... y un sin acreditar Robert Downey Jr. al que sería injusto no mencionar (la explicación... al final). Aunque todos ellos se presenten para la ocasión en modo "toma el dinero y corre", sin duda este complejo 'Torrente' de a ver quien sale ahora es el clavo ardiendo al que nos podemos agarrar para sobrevivir durante el visionado de un producto capaz incluso de hacer parecer fea una ciudad como Nueva York. ¡Anda, una película de Garry Marshall en la que sale Hector Elizondo! Esto es como si en una de Sam Raimi saliera Bruce Campbell, ¡qué fuerte!
Ver 'Noche de fin de año' además de para perder dos horas de tu vida, las mismas que habrá perdido cada actor en preparar su papel (o la guionista en escribir el guion...), sirve también para confirmar que la producción no engaña a nadie. Al menos aparenta ser lo que es, que no es mucho pero suficiente para concédele al menos "el gol del honor" dado que a partir de ahí cuanto más hablemos de ella... peor. Porque por lo demás el nuevo trabajo "del director de Pretty Woman", quien veinte años después sigue demostrando que de cineasta tiene más bien poco (hay que ver lo que se puede exprimir un trabajo...), es una producción 100% comercial a la que resulta complicado encontrarle nada que pueda tener algún fundamento artístico... Un puñado de simples anécdotas que harían las delicias de cualquier guionista perezoso a cada cual más rancia, mezcladas que no agitadas sin oficio ni beneficio, y que todas juntas se encaminan hacia ninguna parte en un eterno marear la perdiz hasta el clásico final plenamente condescendiente en el que todo el mundo es tan güeno que la vida real parece pura ciencia-ficción. Alguna historieta se salva, tal vez, por ejemplo la que protagoniza Michelle Pfeiffer, aunque no sé más por mi respeto por ella que por cualquier otro motivo...
Lo sé, leído así parece que ver 'Noche de fin de año' es parecido a tragarse un concierto de Dover en la segunda fila. Y siendo realistas tampoco es que sea una experiencia tan horrible, la verdad, ni es nada remotamente parecido a un preámbulo de ese fin del mundo que dicen nos consumirá el año que viene. Al fin y al cabo se trata de una producción (llamarla filme sería tenerla demasiada consideración) que es carne de cañón cinematográfico, que no tiene reparos en mostrar su cuello para que así pueda ser degollada a gusto por cualquiera sin que en realidad le importe a nadie empezando por a ella misma, orgullosa de ser la producción que al fin y al cabo pretende ser por voluntad y no de forma accidental. Esta oda a la Nochevieja (¿Qué es eso de Noche de fin de año?), el amor de pandereta y la pelotita de las narices es tan insustancial, hueca, vacía... tan pfffff... tan industrial, que no se corta siquiera a la hora de introducir un nada disimulado cartel bien grande en pleno Times Square de 'Sherlock Holmes: Juego de sombras', casualmente una cinta a estrenar pocos días después; y no sólo en un plano, no: me juego el meñique a que con un reloj en la mano comprobaríamos que la cara de Robert Downey Jr. sale más en pantalla que la de alguno de los que presiden el cartel de 'Noche de fin de año'...
Nota:
2
Por Juan Pairet Iglesias