'No confíes en nadie': Perdida
Un concepto, la peonza. Y una película, conocida en castellano de manera tan poco sugerente como la novela que adapta, 'No confíes en nadie', un título de por sí bastante revelador. Raro es que en su cartel no aparezca el "nada es lo que parece..." tan socorrido. En fin, un concepto y una película. Juntos sale que 'No confíes en nadie' es como una peonza, un objeto diseñado para que lanzado con algo de fuerza y un poco de habilidad esté dando vueltas hasta que aguante, posiblemente nunca lo suficiente. 'No confíes en nadie' es como una peonza. Concepto y película, o película y concepto, que lo mismo da.
'Perdida' es un filme en malas manos hubiera sido una oportunidad "perdida". En realidad, habrá quién diga, que eso es algo que ocurre con prácticamente cualquier película, que siempre es complicado que en malas manos se le saque el debido potencial a algo. Si, puede ser, pero no todas en igual medida: hay filmes que por un motivo u otro son más complicados de sacar adelante que otros. Y en ese sentido las particularidades de 'Perdida' le hacían ser un filme al alcance de un porcentaje muy pequeño de realizadores... posiblemente, siendo que la elección de David Fincher demuestra que en Hollywood todavía existe el sentido común.
Aunque no fuera un caso tan delicado como el de la citada adaptación de la novela de Gillian Flynn, esta otra adaptación de una de S. J. Watson también tenía un alto indice de peligrosidad... que, a los hechos me remito, ha terminado por ser superior a las capacidades del guionista y realizador Rowan Joffé, quién al igual que con su ópera prima, 'Brighton Rock', se queda a medias de ninguna parte. Joffé es incapaz de dotar de vida al trepidante relato de Watson, sin que las distintas variantes introducidas sirvan para achicar la distancia con su homónimo literario, capaz de lograr llegar enterísimo a un final que su versión cinematográfica apenas acierta a ver de fondo, y gracias.
Pero no es un caso de lector ultrajado, no se trata de eso. ¿Recuerdan el concepto de la peonza? Joffé lanza con fuerza pero sin habilidad, y las promesas de sus primeros 15-20 minutos no alcanzan más que a dar vueltas, vueltas y vueltas... hasta que deja de dar vueltas. Fin. ¿Y ahora qué, qué nos queda? A diferencia de lo que ocurría en 'Perdida', en 'No confíes en nadie' no hay más que una constante sucesión de giros que ratifican lo que ya de por sí pregona su título. Un constante ir y venir en el que ante la falta de soporte incluso se acaban perdiendo actores tan fiables como Mark Strong o Colin Firth, no digamos una Nicole Kidman que parece perdida desde hace ya ni se sabe.
El argumento de 'No confíes en nadie' es insistir una y otra vez que su protagonista no debe fiarse de nadie. Es una causa en sí misma, y la causa de que finalmente sea el propio espectador el que acabe por no fiarse de la película. Peor, acabe por perderle el respeto a lo que, repito, viene a ser una peonza. ¿Se imaginan ver girar una peonza durante 90 minutos sin más fundamento que verla girar... por qué si? Y es ahí dónde los noventa minutos de 'No confíes en nadie' parecen durar el doble que las dos horas y media de 'Perdida'. Una diferencia tan sustancial como la de que así, enfrentadas directamente una con la otra, Ben Affleck acabe pareciendo mejor actor que Colin Firth.
Nota: 5,0
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Oficio y/o punto muerto, que la película no les ofrece más. Estoy de acuerdo en lo que decía Uwe Boll sobre que una película de género no tiene por qué ser nada más que eso, una película de género. Pero también creo que eso no tiene por qué servir de excusa.
A mí la película no me desagradó, pero si se me acabó haciendo muy pesada y vacía, dando la sensación de durar dos horas cuando sólo 90 minutos. Y eso es algo que casi siempre es malo.
Malos recuerdos. Nota: 4.