Buscador

Twitter Facebook RSS

'Neds (No educados y delincuentes)': This is Scotland

Vía El Séptimo Arte por 02 de diciembre de 2010

En el Glasgow de 1973, John McGill está ansioso por entrar en el instituto. Es un alumno brillante, que no permite que la mala situación de su familia (padre alcohólico y maltratador; hermano delincuente que siembra el terror por las calles) quede reflejada en unas notas que siempre le sitúan en lo más alto de su clase. No obstante, el cambio de ciclo académico va a hacerle entrar en un mundo del que hasta ahora había conseguido estar al margen. Drogas, amenazas y mucha violencia van a ser los medios de transporte hacia un infierno de caótica y desbocada adolescencia.

La crisis no perdona a nadie... ni tan siquiera al UK Film Council. Uno de los proyectos emblema de la Administración Blair, y que tantas alegrías ha dado (en forma de premios, aceptación casi unánime del público y resultados en taquilla) a lo largo de sus diez años de vida, ha sido desmantelado por David Cameron, teóricamente con la intención de recortar gastos en los presupuestos gubernamentales. Se acabó lo que se daba. Eso sí, consuela saber que, incluso agonizando, dicho organismo ha seguido recogiendo frutos. El último de ellos cortesía de un auténtico revienta-festivales: Peter Mullan.

Actor que en su día trabajó bajo las órdenes de Ken Loach, su carrera como director es todavía breve, pero de momento roza el pleno de éxito en los grandes certámenes europeos. Con su segundo largometraje, 'Las hermanas de la Magdalena', drama que seguía el paso de cuatro adolescentes por un brutal internado religioso de mediados del siglo pasado, conquistó Venecia, consiguiendo el preciado León de Oro. Con su siguiente trabajo repite hazaña, cambiando el Lido por Zabaltegui. De la Mostra al Zinemaldia: la última Concha de Oro se fue para Escocia gracias a la película que ahora nos atañe, 'Neds', título referido al acrónimo usado en las islas británicas para referirse a los ''Non-Educated Criminals''. En otras palabras, aquellos jovenzuelos que de cándidos y amigables tienen más bien poco.

Ésta es la propuesta, convivir a lo largo de dos horas con una juventud que por alguna razón u otra se ha pasado a lo que nosotros entenderíamos como ''el lado oscuro''. El caso en particular a seguir es el de un alumno brillante, al que en un buen principio le repugna el mundo caótico y brutal que le rodea. Pero ya se sabe, la carne es débil, y tarde o temprano cede a la tentación del pecado. 'Neds' es en efecto la crónica de una caída a los infiernos... o a la jungla, si tenemos que quedarnos con el demasiado obvio desenlace. Evidente o no, hay que agradecer que, a pesar de la premisa con la que parte el filme, a Peter Mullan parezcan habérsele olvidado las enseñanzas que de buen seguro le transmitió en su día su amigo Ken Loach.

Sí, hay algún desvío al cine-denuncia / comprometido, sobre todo en lo referente a tirar dardos a un sistema educativo experto en segregar, enemistar, alimentar el odio y eliminar el sentido de la solidaridad (uno de los temas centrales en la filmografía de Mullan) en unos muchachos que antes de acudir a la escuela ya estaban suficientemente desorientados y asustados. Pero hasta aquí la práctica totalidad de los apuntes sociales. Todo lo demás entra ya en los dominios del cine de autor. Una firma que a pesar de lo que pueda parecer a primera vista, está lo adecuadamente destilada como para ser accesible a un gran público que, por lo general, acostumbra a mostrarse reticente a todo lo que se aleje del mainstream marcado desde el otro lado del charco.

Así pues, en este batiburrillo encontramos un sinfín de referencias que oscilan entre lo más y menos conocido por la amplia mayoría. La acción de 'Neds' está narrada con un inglés casi incomprensible y nos sitúa en esos suburbios en los que descubrimos las interesantísimas 'Red Road' y 'Fish Tank', de Andrea Arnold. Las luchas entre bandas recuerdan ligeramente a la homérica 'The Warriors', de Walter Hill y la visión de esa adolescencia descarriada en ocasiones se mira tanto en el derrotismo de Shane Meadows y su 'This is England', el halo onírico de 'La ley de la calle', de Francis Ford Coppola, y en la frialdad hipnótica de las visitas al instituto de Gus Van Sant en las muy estimables 'Elephant' y 'Paranoid Park'.

Precisamente la obra de éste último en los trabajos mencionados sirve para formular la principal crítica que puede planteársele a 'Neds', (que de hecho se asemeja mucho al mayor punto oscuro de 'Las hermanas de la Magdalena'). Se filma muy bien y se describe con todo detalle la destrucción del joven John McGill... pero Mullan no muestra demasiado interés en detenerse en las razones que llevan a su protagonista a emprender ese dramático viaje sin retorno hacia su propia perdición. ¿Lo ha hecho por supervivencia social? ¿Por no preferir estar en el bando de los amenazadores, antes que en el de los amenazados? ¿Se trata de un acto de rebeldía contra los tiránicos profesores/familiares? Preguntas que quedan en el aire y que sólo pueden ser recogidas por tesis naturalistas no demasiado bien formuladas.

Donde ya no pueden ponerse tantas quejas es en la manera de rodar de Mullan, que a pesar de no contar con demasiada experiencia en este aspecto, sí confirma que las buenas maneras mostradas en su anterior película no fueron fruto de la casualidad. El mimo en los aspectos técnicos, la buena dirección de los actores (brillante debut el de Conor McCarron) y una narrativa nítida y en ciertos tramos poderosa (todos ellos elementos que dependen directamente del cineasta escocés) son piezas fundamentales para conseguir un más que atractivo fresco (que afortunadamente no se encierra en el fatalismo total) sobre esa leonera de mafiosillos hormonados en que se convirtieron los barrios periféricos de Glasgow durante las décadas de los 70 y 80. Son razones suficientes para arrancar el aplauso del público... ¿suficientes también para conseguir la Concha de Oro? Aquí ya se admiten discusiones.

Nota: 6 / 10

por Víctor Esquirol Molinas

< Anterior
Siguiente >

Noticias relacionadas