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'Poesía': Amor de abuela

Vía El Séptimo Arte por 26 de noviembre de 2010

Una excéntrica anciana (encargada de cuidar de su nieto, al estar su madre ausente desde su traumático divorcio) vive en una pequeña localidad surcoreana de la provincia del Gyenoggi. Un trágico suceso ha conmocionado a la población, y es que un cadáver ha aparecido flotando por el río Han. Se trata del cuerpo de una joven estudiante que por lo visto, se suicidó arrojándose por un puente. No tardarán demasiado en descubrirse los verdaderos culpables detrás de la tragedia, unos responsables directamente vinculados a nuestra protagonista, que contrastando con el infierno que se le viene encima, intenta aliviar su ajetreada memoria por el gusto a la poesía.

Con el documental 'Bicicleta, cuchara, manzana', sobre la conocida enfermedad que padece el ex President de la Generalitat Pasqual Maragall, programado en la última edición del Festival de Cine de San Sebastián, no fueron pocos los que desearon haber encargado antes un buen cargamento de pañuelos para secarse las lágrimas durante la celebración de dicho certamen. Y es que aquella no sería la única película que trataría sobre el Alzheimer, sin duda una de las afecciones más terribles conocidas por el ser humanos, y por eso un atajo directo a la fibra sensible del respetable. A la conmovedora historia del político catalán se le sumaría 'Poetry', que tendría como protagonista a una anciana que descubre que sufre el trastorno ahora mencionado. Todo apuntaba a diluvio bíblico en el patio de butacas.

Por suerte, el grifo lacrimal sólo se abrió durante el documental. La emotividad más incontrolable dio una tregua durante la nueva película del surcoreano Lee Chang-dong, en cuya hoja de servicios descubrimos que a parte de ejercer de director, lo ha hecho también de guionista, novelista... e incluso de Ministro de Cultura y Transporte de su patria. Es además uno de los cineastas que mejor ejemplifica el excelente estado de forma en el que se encuentra desde ya hace tiempo la cinematografía de su país. Una nación cuyo riquísimo bagaje artístico no puede ocultar que, tal y como evidencian los periódicos de estos últimos días, vuelve a vivir una vez más bajo el temor constante hacia cualquier tipo de movimiento que haga su hermético y belicoso hermano del norte.

Una nación que, a pesar de haber protagonizado su particular milagro político-económico, no ha sido capaz de desprenderse de determinadas lacras que siguen entorpeciendo su avance. Un gran conocedor de ellas es sin lugar a dudas el siempre interesante Bong Joon-ho. En sus mejores trabajos ('The Host' y sobre todo la inmensa 'Crónica de un asesino en serie') se dedicó a apuntar con el dedo acusador a los entes gubernamentales como responsables de los males de su amada Corea, mientras que en sus filmes menores (aunque no por ello poco recomendables, pensamos ahora en 'Barking Dogs Never Bite' y 'Mother') dirigió su mirada inquisitiva hacia el ciudadano de a pie, aquel que estaba sumido en plena crisis identitaria, principalmente por no haber sabido elegir correctamente los valores que debía mantener y aquellos de los que debía desprenderse a lo largo del frenético proceso de metamorfosis que recientemente conoció su sociedad.

A la zaga de estas últimas películas encontramos la obra de Lee Chang-dong. Tanto 'Oasis' como 'Secret Sunshine', sus cintas más celebradas, dejaban muchos apuntes que podrían considerarse de denuncia. Todo el mundo tranquilo, no se trata un Ken Loach de ojos rasgados. Es un director que ofrece muchas más alternativas al cabreo causado por una comunidad que ciertamente puede descubrirse como una auténtica calamidad. Cierto que sus historias dibujan colectivos hipócritas y encorsetados en falsas y asfixiantes apariencias, pero sería incorrecto quedarse con este enfoque. Al fin y al cabo, el cine de este ex ministro más que centrarse en la masa, se centra en el individuo, logrando en ciertas ocasiones retratos arrebatadores de almas en pena/parias que luchan por no ser aplastados por el entorno, merced a una prosa desgarradora, y a unas leves pinceladas de poesía fantástica.

Éste último elemento teóricamente debe ocupar en ahora una posición más privilegiada, tal y como indica el título de su último trabajo. Quizás por esto no he podido conectar tanto con el drama de esta singular anciana, y esto que todavía agradezco que en ningún momento se abuse del lirismo o sentimentalismo. Mea culpa, siempre he visto al pequeño poeta que llevo dentro como un ser ideal para apuñalar. De nuevo, lo siento. El problema no es la más que generosa duración de la cinta (una de las muchas manías de Lee Chang-dong)... las más de dos horas pasan relativamente rápido. El problema tampoco es el aquí tan temido ritmo asiático (aquel que a veces confiere al público la asombrosa capacidad de ver crecer la hierba)... aunque algo lenta, la historia no deja de efectuar pequeños pasos que la llevan sin pausa por un desarrollo nítido y poco cargante.

El principal problema aquí es la excesiva excentricidad de todos los personajes que pueblan ese pueblecito a orillas del río Han. La más que correcta narración de los eventos y el buen saber hacer de Lee Chang-dong detrás de las cámaras (elementos que innegablemente encontramos en 'Poesía') no puede ocultar que en ningún momento me ha causado total simpatía una protagonista (excelentemente interpretada por Yoon Hee-Jeong) que se debate entre el poco agradecido amor que siente por su nieto, y su redescubierta pasión por el arte de la rima; entre mantenerse fiel a sus principios y aceptar que en esta vida no todo puede conservarse... ni la memoria. Entre tanto dilema nos topamos con un personaje que afirma que ''Lo difícil no es el poema, sino tener corazón para escribirlo.'' A la hora de recitar, la labor es impecable, pero precisamente en la escritura es donde Lee Chang-dong no ha conseguido cautivarme.

Nota: 5 / 10

por Víctor Esquirol Molinas

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