'La verdad duele' - Gajes del oficio
Hasta el año 2010 darse un golpe en la cabeza para un profesional del fútbol americano no era nada más que darse un golpe en la cabeza. Cosas que pasan, gajes del oficio. Entonces una investigación realizada por un neuropatologista nigeriano llamado Dr. Bennet Omalu, en términos objetivos un don nadie, abrió las puertas de un escándalo mediático al descubrir que dichos golpes en la cabeza, simples lances del juego en apariencia, podían derivar en graves contusiones cerebrales que, a su vez, podían traer consigo graves consecuencias incluso varios años después. Algo que en un primer momento la NFL negó, por supuesto...
El revuelo ocasionado cuando Omalu reveló publicamente que existía una enfermedad degenerativa que afectaba a los jugadores -conocida como "traumatismo craneoencefálico crónico"- obligó a la NFL a cambiar el reglamento, ilegalizando los golpes directos en la cabeza entre otras medidas adoptadas (de lavado de imagen). Todo ello a regañadientes por supuesto (o no habría historia) y después de que la opinión pública se les echase encima. Ya se sabe, si 'La verdad duele' no es porque sea una verdad susceptible de ser un punto de vista. Si la verdad puede doler es porque hay alguien o algo que nos atiza con ella.
Puede ser la realidad misma, o puede ser alguien como Bennet Omalu. También podría ser que 'Concussion' se hubiera traducido en nuestro país como "Conmoción", por poner un ejemplo, del mismo modo que de no ser por la presencia de Will Smith 'La verdad duele' hubiera podido ser un telefilme del montón. Esta enésima versión de la historia de un individuo enfrentado al sistema (que tanto parece gustar a los norteamericanos) puede venderse con esta misma frase: es la enésima versión de la historia del individuo enfrentado al sistema. Es la verdad, y aunque se ponga en evidencia lo que se dice doler, no duele.
Lo que duele en todo caso es que, al ser la enésima versión de la historia de un individuo americano enfrentado al sistema, no se la haya sabido dar el adecuado meneo para hacer que esta "enésima" versión sea una posible alternativa al resto de versiones precedentes que podemos tener en nuestras cabezas. Puede que la historia real sea apasionante, sin embargo la versión cinematográfica es incapaz de hacer que lo parezca. Y si el empleo de la palabra "enésima" en una valoración subjetiva ya suele sugerir de por sí una connotación negativa, en este caso no es una insinuación: es prácticamente un hecho forense.
'La verdad duele' es en suma una cinta muy, muy correcta. También un poco altiva. Pero sobre todo muy norteamericana. Y muy, muy correcta, lo repetimos para los del fondo: pocas cosas hay en ella que sorprendan, como pocas cosas hay en ella que levanten al espectador de su butaca. Ante este panorama destaca la esforzada interpretación de Will Smith, epicentro y a la vez justificación de lo que, no obstante, no deja de ser un traje importado a medida (y con acento): el de una gran producción de estudio con relativa conciencia social. O cuando un empresario trajeado baja de los (rasca)cielos para hacerse una foto con los curritos.
Dicho de otra forma, 'La verdad duele' supone un empate técnico entre todas las ambiciones posibles que pueda presentar un filme. Un poco, como quién dice, situándose en el mismo punto intermedio en el que dejo Bennet Omalu a la NFL: no te puedo decir que no, pero tampoco te puedo decir que si. Tocado, pero no hundido. Un clásico y muy acomodado "basado en hechos reales" que molesta en igual medida que puede estimular, ofender, entretener y un largo etcétera: esto es, lo justo (y sólo lo necesario). Todo ello con el lujoso envoltorio de superioridad moral Made in Hollywood, claro está.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Le doy un 7.
Lo es. Pero a tono con el filme, sigue siendo todo muy conservador. Es de esas películas que podríamos decir que las collejas las da con tanto amor que parecen caricias en realidad.
Móntate en una montaña rusa. Apriétate el cinturón de seguridad. Comienza el viaje. Lento, progresivamente acelerando, una pequeña caída. Mínima aportación de adrenalina en sangre. Otra caída, una subida, un vaivén, a veces te emocionas, a veces esperas que la caída libre sea mas continua...acaba el viaje, no estas decepcionado, pero tampoco ha sido lo que podías haber esperado.
Esta sensación creo que es la que a mi parecer suscita esta pelicula. Lineal, estable, cómoda...y cuando percibes ese subidón, sigue en la misma linea. Los altibajos no te producen una sensación de euforia, tampoco de decepción. Sin embargo, te gusta, por momentos hasta te soprende. Sientes admiración, pero no te llegas a enamorar.
Will Smith hace un buen papel, prácticamente es el soporte de esta película. Representa (como he leído en la primera crítica), el enésimo caso del sujeto contra una nación. Una especie de Leónidas pero sin los 300 espartanos. Un papel muy similar (salvando las distancias) al de "Enemigo Público", pero esta vez sin tanta acción y correcalles...
Quizás no llega a decepcionar porque es un caso real, creo que ahí esta la clave. Es algo que quizás a algunos nos suene de haberla oído en la televisión o leído en los periódicos. A algunos, como a mi, nos sorprenda cómo el espectáculo esta por encima de la vida de las personas, como el público aplaude y sonríe ante la escena de un león devorando a un hombre, o viendo como dos hombres se despedazan sobre la arena. De vuelta a la Antigua Roma, su Coliseo y sus espectáculos. Que el deporte del fútbol americano es tan bello y hermoso como peligroso no es difícil de entender, esto no es wrestling, no está coreografiado, no es un escenario, no son actores. Que se valore más el dinero, el furor y los aplausos, que la vida de los deportista, eso, eso si es más aterrador. Es el león devorando a un hombre mientras el publico enloquece.
Mi nota: 6,5
Lo primero que se tiene que destacar es la interpretación de Will Smith. Es una actuación muy convincente y sensible. Des de 2008 en "Seven Pounds" que no veíamos a Smith hacer un buen papel. Esto es agradable porque es un muy buen actor que, aunque destaca por ser un intérprete cómico, lo hace mucho mejor en papeles dramáticos, y el resultado lo podemos ver en esta película. Will Smith nos regala una interceptación impresionante. Por otro lado, tiene un guión lo suficientemente correcto y que decae en pocos momentos de la película. Es una trama lineal, aunque poco original y con la cual el espectador se puede perder de vez en cuando. De todas formas, es una historia muy innovadora en el cine por la temática que trata. Por último, mencionar también la banda sonora que, aunque tiene pocos momentos durante el film, aparece en las escenas adecuadas para que el espectador pueda meterse más emocionalmente dentro de la trama.
Por todos estos motivos, "Concussion" es una película bien hecha. No hablamos de una de las mejores películas del año, pero si de una película nueva por el tema que trata. Es recomendable para todos los amantes del deporte, pero también por los que no lo son tanto. Es una película entretenida con la cual el espectador se puede sumergir en la trama y sufrir con el protagonista.
NOTA: 6'5
Smith se adentra en una de esas metáforas entre David y Goliat donde el gigante tiene todas las de ganar. Su actuación como digo no está mal, aunque verle como no americano choca bastante. Eso sí, las pocas apariciones de David Morse como Mike Webster son sublimes.
Conmoción relativa. Nota: 7.