Si hablamos de comedia romántica, desde luego que hay actrices tan conocidas como probadas. Tenerlas en el reparto augura sin lugar a dudas el éxito de la cinta predefinido por el carisma de los actores principales y la química que se consiga con la pareja protagónica. Sandra Bullock por ejemplo es uno de esos casos particulares en los que uno la ubica al pensar en una película en una película de este género, toda vez que puede y se ha desenvuelto en otros. La propuesta (The proposal, EUA-2009), es el ejemplo claro y vivo. En ella Margaret (Sandra Bullock) es una gran editora que va a ser deportada a Canadá, su país de origen.
Para evitarlo, la ejecutiva declara que está comprometida con su asistente Andrew (Ryan Reynolds), al que lleva torturando durante años. Andrew acepta participar en la farsa pero condicionándola. Para cumplir requisitos del departamento de inmigración, la pareja se dirige entonces a Alaska a conocer la familia de él, y la ejecutiva de ciudad, acostumbrada a tener todo bajo control, se encuentra inmersa en situaciones en las que no se encuentra adecuada. Con planes de boda en camino y un agente de inmigración tras sus pasos, Margaret y Andrew se comprometen a seguir con el plan previsto pese a las consecuencias.
No hay originalidad en la propuesta de generar el romance a partir de una cuestión de obligación por parte de los dos personajes principales, se ha visto una y otra vez, y pues está siempre de más abundar en cuestiones de ese tipo. La originalidad vendría entonces al caso en el tratamiento de la misma, y del cómo generar la atención del espectador, y la empatía con lo que está ocurriendo en pantalla. Para ello habrá que dotar a los personajes de actores que puedan generar esa empatía, y en La propuesta se consigue de forma amable con una pareja que puede no sentirse comoda en su interacción, pero esto pareciera a propósito. Sandra Bullock como imán cinematográfico en este caso es la pista para desarrollar todo, entonces hay que conseguir un galán en potencia que pueda servir como contraparte. Ryan Reynolds no parece adecuado al papel, el principal motivo es la edad, pero eso se ve justificado en la trama de alguna u otra manera; y el desarrollo de la misma trama nos ayuda para poder hacer una ubicación oportuna para seguir el romance sin que esto sea impedimento, la cuestión... el carisma proyectado de manera considerable. Llega un momento en que la empatía con los actores es tal, que la química se hace efectiva y ya nada puede cambiar eso.
Peter Chiarelli en el área de guión logra emplazar una historia, y llevarla a buen término escena tras escena con el suficiente número de elementos cómicos y el timing medido para poder adecuarlo a una historia que también roza lo melodramático sin caer en ello. Por la misma cuestión, está el ritmo muy logrado y cada situación nos lleva a otra más elaborada haciendo el deleite de la risa hasta la carcajada; pero el ritmo a la mitad de la cinta se ve trastocado por evitar el lugar común, desplazándose a lo burdo, risible e ilógico. Las cosas de repente van bien, pero los golpes de humor cada vez se vuleven innecesarios al no poder ubicar el terreno perfecto para implementarlos. Que es lo que pasa, que al no haber precisión, parece que la historia se les escapa de las manos cuando no es así... la trama recupera fuerza hacía el final; pero es entonces que la música original de Aaron Zigman llega para hacer de las suyas. Definición correcta y concreta de la música incidental para las escenas cómicas; pero para la cuestión dramática, la música de preámbulo para una situación risible, hace que se pierda el ritmo, y que coarte de tajo la intención que había desde un inicio.
Anne Fletcher se encuentra entonces que con este su tercer largometraje -Un paso adelante (Step up); 27 bodas (27 dresses)-, logra afianzar un poco la vena de comedia romántica, que parece será el género en el que se irá desenvolviendo. La propuesta es parte de un inicio donde se mueve en término medio y la cadencia sorprende, llegando a ser parte de un ejercicio divertido que aunque así, es sólo un proyecto más para Reynolds, Bullock, Fletcher e involucrados. No pasará nada fuera de la gran taquilla, y olvidarla será practicamente sencillo, pues no ofrece nada nuevo y diferente. Tan sólo una propuesta.
por ÁngelNeg