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'Grandes esperanzas': La copia de una copia de una copia de...

Vía El Séptimo Arte por 26 de marzo de 2013

Hace un par de semanas en relación al estreno de 'Anna Karenina' comentaba que su realizador, Joe Wright, había hecho suya la enésima adaptación del clásico de León Tolstói al re-interpretar el texto original con vistas a que, de entre todas las otras versiones, esta pudiera ser reconocida como su adaptación. O si lo prefieren como su película, dejando que de donde proviene la inspiración quedase en un segundo plano. Así, con el nombre de Wright por encima del de Tolstói, esta versión destaca sobre el grueso de las otras al margen de que pueda gustar más o menos su resultado, aunque sea sólo por su valentía y personalidad... precisamente la que le falta a Mike Newell para con la nueva versión de otro clásico adaptado hasta la saciedad, las 'Grandes esperanzas' de Charles Dickens. ¿Todavía no saben de que trata el original? Pues para que no quede, allá va... por la cara: El joven huérfano Pip tiene la oportunidad de superar sus humildes orígenes gracias a un benefactor misterioso. Habiéndose trasladado como caballero a un Londres dominado por las estratificaciones sociales, Pip hará uso de su nueva posición para lograr a la bella Estella: una heredera consentida a quien ama desde la infancia. Sin embargo, la estremecedora verdad oculta tras la gran fortuna desencadenará consecuencias devastadoras para todo cuanto Pip aprecia... y hasta aquí podemos leer, que es hasta donde llega la sinopsis oficial proporcionada por su distribuidora y tampoco se trata de revelar nada más porque algunos ya nos conozcamos, de antemano, el cómo acaba la historia ya esté contada con más o menos gracia.

Cuando se le mete mano a un relato del estilo al original de Charles Dickens por lo general sus responsables suelen apostar por lo que podríamos llamar una "mirada clásica"... que es sin ir más lejos lo que ha hecho Mike Newell. Estas 'Grandes esperanzas' son una aproximación indudablemente británica tan respetuosa para con el material original que se diría se le tiene más miedo que respeto, de ahí que el realizador transite por el camino más andado, y en cierta forma cobarde y/o seguro, según se prefiera. Claro es que el veterano Newell, a diferencia de Joe Wright, no es un autor sino un artesano, un eficaz realizador que ha probado un poco de todo, desde la comedia romántica -'Cuatro bodas y un funeral'- hasta el cine de aventuras -'Prince of Persia: Las arenas del tiempo'-, demostrando que lo mismo sirve para un roto que para un descosido.

Como cabía esperar en manos de alguien tan curtido como Newell el resultado es más que correcto, con una puesta en escena muy elegante de atmósfera gótica a la que no se le puede hacer ningún reproche. No obstante y aunque apreciable sin duda, la corrección un tanto impersonal de esta enésima re-edición de un material de sobra conocido no evita la sensación de que, al no arriesgar prácticamente nada, tampoco aporta nada que realmente no hayamos visto ya en cualquier otra versión y/o película de época anterior. Una especie de frío déjà vu que empaña el impacto de un buen filme que no sorprende, resuelto con buena letra pero sin carácter, y donde sólo la presencia de los siempre solventes Ralph Fiennes o Helena Bonham Carter atisba a ofrecer un argumento por el que recordarla de entre todas las demás versiones. Y así, hasta la próxima.

Nota: 6

Por Juan Pairet Iglesias

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