No he visto 'Fuga de cerebros'. No me llamó para nada en el momento de su estreno en cines allá por la primavera de 2009, y es uno de esos visionados que una vez en el mercado doméstico lo vas dejando, lo vas dejando, lo vas dejando... y te olvidas por completo de una existencia que por otro lado nada ni nadie te recuerda, hasta que un buen día te encuentras con que el éxito comercial con el que se saldó su paso por la cartelera ha derivado en una secuela, y esta te trae al recuerdo un original al que nuevamente le prometes un visionado aunque sea por poder contrastar la una con la dos, y así poder hablar con algo más de fundamento (por el que dirán, no se crean). Desconozco lo que hubiera pasado de haber visto primero la uno... porque su visionado sigue pendiente, no sé hasta cuándo. Y el motivo de que siga pendiente lo tiene una segunda parte que me ha dejado con ganas de menos, una de esas producciones que una vez vista te gustaría no haber visto para así no poder hablar mal de ella...
Lo mejor de 'Fuga de cerebros 2. Ahora en Harvard' es que es una producción comercial, un filme derivado de un éxito económico que "a lo Hollywood" vuelve con el ánimo de corroborar que algo está cambiando en algunos sectores de un cine español que empieza a entender aquello de que una industria se hace a través del negocio y no de la mendicidad. Demagogia aparte que tampoco es el momento y de la misma manera que cabe alabar sin reservas la inmaculada apuesta comercial de la producción, lo uno no quita lo otro -sino más bien lo contrario- y a 'Fuga de cerebros 2. Ahora en Harvard' podemos echarle en cara que igualmente haga suya todos los defectos de una producción puramente comercial norteamericana, especialmente y tal cual sea dicho, que es una mierda de película. Como una de Hollywood, pero a la española. Ahora bien, cabe decir que ni la propia película esperaba no ser otra cosa que una mierda de película, por lo que conviene matizar... tras el salto de línea.
Una producción de las características de 'Fuga de cerebros', se haya visto o no se haya visto, se hace patente que no busca colarse en una ceremonia de entrega de premios como la de los Goya. En todo caso lo que pretende, consciente de sus limitaciones y especialmente de sus posibilidades, es satisfacer los instintos más bajos de su audiencia potencial aquí y ahora, en una sala de cine, y hacer algo que si bien pueda ser considerado mierda al menos lo sea pero de la buena, de la divertida, de la idónea para ver con amigos y echarse un rato plenamente distendido sin más preocupación que la despreocupación. Así, de igual manera y como dice Santiago Segura de que su 'Torrente' que no es para los críticos 'Fuga de cerebros 2. Ahora en Harvard' tampoco lo es, ni por asomo, y no esconde en su metraje nada que nos haga pensar que existe el más escueto interés artístico en su existencia. Hasta aquí todo de acuerdo salvo por un pequeño detalle, ¿dónde se ha metido la gracia?
De igual manera que la saga protagonizada por el personaje creado e inmolado por Santiago Segura perdió por completo la gracia -y todo lo demás- salvo el instinto de estafa hasta entregarnos dos últimas entregas que deberían estar tipificadas como delito (de la última creo que no aguante ni 15 minutos...), 'Fuga de cerebros 2. Ahora en Harvard' pierde la gracia de forma alarmante a cada minuto que pasa y ya hacia la mitad se muestra un filme agotado, cansino, hueco y repetitivo al que no le quedan más recursos que reincidir una y otra vez en los mismos chistes -que además uno intuye son heredados de la primera parte- de forma tan torpe, pesada y ridícula que hasta uno agradece que su clímax, donde David Hasselhoff se deja ver unos pocos segundos, se vea resuelto con tanto pragmatismo y sencillez. La ausencia de un guión como tal que dote de forma a la película hace que todo, incluido el sentido del humor, recaiga sobre los hombros de unos personajes convertidos en caricaturas monotemáticas incapaces de expandirse algo más del cliché que cada uno representa, y que de igual manera que Jack Sparrow dejan de hacer gracia cuanto más abren la boca. La primera vez hace gracia, a la segunda ya no tanto... y así sucesivamente, y como el filme vive de ellos no hay nada peor que unos personajes sin chistes en la manga y con la gracia caducada.
'Fuga de cerebros 2. Ahora en Harvard' es un intento por ser algo así como una versión española de 'American Pie' o 'Supersalidos' que se queda en no algo muy distinto a 'Esta abuela es un peligro' y demás filmes de esta calaña sólo que en vez de chistes "de negros" encontramos chistes "de gitanos". Una americanada hecha "a la española" que sin oficio ni beneficio evidencia demasiado pronto su falta de empaque hundiéndose en el fango del sentimentalismo y la comedia barata, y una secuela que tira hacia la imprenta en busca de una fotocopia que falla en las dos únicas cosas que cabía pedirle, un poco de inteligencia y algo de humor Made in Spain como para no convertirse en otra estúpida película americana, y a la que la gracia se le acaba tan pronto que sus más de 100 minutos de metraje pesan demasiado sobre algunos chistes y momentos que con algo de refuerzo hubieran podido evitar su inevitable destino en el fondo del wáter junto a demás producciones de su calaña. Al menos en 'Fuga de cerebros' Amaia Salamanca nos regalaba un sorprendente y gratuito desnudo con el que en esta segunda no se atreven ni Patricia Montero ni Paula Prendes... lo dicho, igualito que en Hollywood hasta en eso.
Nota:
3.5
Por Juan Pairet Iglesias
T_T
Mis amigos quieren que la vea hoy en cine. Tengo que cambiar de amigos jaja
Fuíste a ver 'Torrente 4'... tranquilo, sobrevivirás... aunque ya te aviso que aquí hay menos cameos...
Testimonial la aparición de David Hasselhoff. Me hizo mucha gracia
Y por supuesto espectacular Patricia Montero, un escándalo
Nota: 5.
Una vez que has desconectado todas tus funciones vitales y has dejado las mínimas para tu supervivencia activada, pues hasta te ríes un par de veces. Cosa inexplicable con "actorazos" como el que INTENTA HACER de gitano a base "de hablal asi, oye payo, qué malacatones". Ese es el nivel.
Un 3 y creo que es mi nota más generosa en mucho tiempo.