'Fuerza mayor': ¿Alguien más ve el “resplandor”?
Puede decirse si se es oportunista que para algunos cineastas el 2014 ha sido un año muy matrimonial. Nada que ver con su cotidianidad diaria ni con sus intimidades personales, sino más bien enfocando el asunto en torno a sus películas y a las tramas que regentan las mismas. Como un perfecto y fabuloso ejemplo, David Fincher ha usado el matrimonio para reflejar la providente inteligencia de la mujer respecto al hombre de un modo brutal y algo hardcore en “Perdida”. Ruben Östlund, director sueco que cumple ya 10 años en la industria del cine a nivel nacional, prefiere por el contrario con su último trabajo, “Turist” (“Force Majeure” en su idioma materno), representar de mánera trágicómica el papel del hombre moderno en el matrimonio de hoy día, y aunque no brille en su cometido, sí que logra destilar un halo de interés plausible.
Un matrimonio joven, bien de saldo bancario, estable, con dos hijos pequeños adorables y de vacaciones en el ensueño montañesco de Los Alpes suizos. Todo marcha bien, se divierten, esquían, se fotografían, beben, comen, se palpa la felicidad en el ambiente, hasta que un suceso aislado hace emanar una respuesta tan natural como juzgable del cabeza de familia. Las dudas comienzan, las miradas y por último las conversaciones incómodas e hirientes florecen inevitablemente. Un susto con una avalancha genera una crisis magna en el seno de la familia y la cobardía, la falta de condescendencia y de honradez, la maldad y la vergüenza se adueñan de lo que antes era la felicidad, el cariño, el amor, la estabilidad y el relax en una transición que apenas se percibe debido al interés que suscita la propia historia. Esto es un acierto total de Östlund, que ya en “Play” (2005) demostraba que contar las historias de sus películas no se le daba nada mal.
“Turist” es una tragicomedia cargada de humor negro y con contables momentos de tensión palpables que logran conectar con el espectador. Östlund forma una película que consigue parecer bella, que resulta interesante y que se muestra racional en su propuesta. El elenco, especialmente Johannes Bah Kuhnke, el padre de la familia y el personaje con el que más se empatiza y que más trabajado y esmerado está del film, ayuda mucho a conseguir esos 3 factores que acaban ramificando un gran árbol que no da frutos lo suficientemente maduros pero sí bastante jugosos. La película desde luego nunca se posa sobre el límite de la decepción, pero tampoco alcanza el punto donde las expectativas pre-visionado de la película estaban situadas, pues las mismas no son saciadas al llegar al final de la película, el cual por cierto luce desaprovechado y hasta un poco confuso.
Hay momentos donde la película se crece y se cree grandiosa que funcionan, como la conversación entre la familia protagonista y otra pareja de amigos que les visitan. La película entra ahí en un remolino de grandes sketches del que nunca se cansa el espectador y que remontan la caída de la cinta en el sosiego donde se inmiscuía luego de la revelación del gran giro de la historia, y es en gran parte uno de los aspectos que la acercan a ser una notable película, pero sólo eso, la acercan. Se añora solidez, movimiento en escena, todo está demasiado parado y demasiado quieto, incluso en la primera parte (llamémosla “happy part”) todo parece demasiado calmado, demasiado vacacional valga la redundancia. Quizá ahí actúe como resistencia la fotografía de la película con unos planos nevados absorbentes y fascinantes.
“Turist” es, en término generales, una más que buena representación del papel del cabeza de familia en los tiempos que corren disfrazada con la envolvente y monstruosa sinfonía de Catherine Michael llamada “Russian Bayan”. Östlund no firma una gran película, pero tampoco se puede etiquetar a esta producción de olvidable porque su originalidad ya la hace ser diferente de otras muchas películas europeas incluso más brillantes y mejores que la que propia sueca. No ha sido esto motivo de peso para que la película no sea tenida en cuenta en diversos certámenes y en diversas nominaciones y entregas de premios de los mismos, incluída los mismos Oscar, pasando el corte de entre 83 películas para ser pre-seleccionada como Mejor Película De Habla No Inglesa. Como curiosidad; vacaciones en un hotel de lujo en la montaña, mucha nieve, problemas matrimoniales y por ende familiares…¿Alguien más ve el “resplandor”?
Nota: 6,75
Por Jesús Sánchez Aguilar
La historia también es un acierto, sencilla sobre el comportamiento humano. Pero tengo una duda:
Spoiler
¿Es relevante que al final, en el bus, la madre quiera salir como sea y deje dentro al padre y los niños? ¿O simplemente me ha llamado la atención a mí?
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Para entendernos, sirve para igualar la "contienda". Al fin y al cabo la mujer viene a hacer algo muy similar, abandonarles en una circunstancia de tensión, o al menos así puede ser interpretado por el marido. Por eso mismo le vemos fumando el cigarro con alivio, porque ahora tiene con qué defenderse ante su mujer de su cagada. O algo así entiendo yo.
Hombre, para mi lo del cigarro viene a confirmar que, el padre ha cambiado, que va a ser él mismo y no va a fingir un personaje que no es. Es el broche final a la evolución del personaje y del tema de la película.
Sí, o sea yo entendí lo mismo, como que todo se había equilibrado, pero otra gente que vio la peli conmigo no lo vio así. Por eso mi duda