'Focus': Desenfocado
Enfocar consiste en lograr que se vea nítida la parte de la escena que más nos interesa. Y el cine al igual que la fotografía consiste en enfocar y desenfocar continuamente una historia para centrar la atención del espectador allí dónde nos interese. El manual reza así, y el manual es lo que principalmente se suele usar en las grandes producciones de estudio, aquellas que en la actualidad han sido en muchas ocasiones diseñadas, supervisadas u orquestadas desde un palco por jugadores que nunca han pisado un terreno de juego en su vida. Es más, jugadores que las pocas veces que lo pisan suele ser para poner nerviosos a los que se ganan la vida a ras de suelo cada día, quiénes a menudo ni entienden ni quieren entender a qué juegan en sus palcos los que tienen para despilfarrar de día y de noche.
Reconocía Will Smith sentirse "desenfocado" tras el pinchazo de 'After Earth'. O más bien me voy a permitir el capricho de tildarlo de relativo pinchazo, que quién suscribe estas líneas sigue siendo un firme defensor de ella (quién sabe si el único en este o en cualquier otro planeta). 'Focus', para Smith, nace a consecuencia de dicha perspectiva, de la necesidad de volver a sentirse "enfocado". Eso, para una estrella de cine, una de las más grandes y auténticas de los últimos 20 años, no tiene por qué supone reinventarse, adoptar una pose transgresora, empezar a saltar y a gritar en los sofás de las teles o participar, de pronto, en una producción independiente con la que dejarse barba y acudir a Sundance soñando en que aquello le sitúe en la carrera de los Oscar del año siguiente.
Will Smith es una estrella, y como tal trabaja dentro del ámbito que ha hecho de él una estrella. Como ha sido siempre en Hollywood, donde muchos de los actores más reconocibles de la historia del cine seguían siendo peones al servicio de una industria, le pese a quién pese. A partir de ahí es dónde entra en juego el saber moverse y el saber estar, de saber aprovecharse del orwelliano "sistema" en el que en una industria no todo es tan malo como no todo al margen de ella supone mear colonia. 'Focus', ahora que sale el tema, vendría a representar una buena versión del cine hecho en Hollywood por un director no consagrado, así como un ejemplo claro de producción al servicio de una estrella que busca compaginar los resultados en taquilla con la dignidad de su propia existencia.
Will Smith es el famoso, y es quién se llevará los titulares. Pero en este caso y dejando al margen su radiante carisma e indudable saber estar -una vez más-, así como los de su compañera de reparto (y futura estrella... si no lo es ya), el que nos interesa a los que nos gusta mirar más allá de su póster es su director. En este caso en particular, directores (y también guionistas). Como ya demostraron con 'Crazy, Stupid, Love' Glenn Ficarra y John Requa saben como dotar de consistencia y encanto a una producción que, dentro del radio de acción que maneja un gran estudio, se permite ser también una película. Con su orgullo, y con su estilo. Y con un subtexto más amplio -su fastuosidad no es casual- que distraer sólo con el juego del estafador que nunca se sabe cuando estafa y/o es estafado.
Glenn Ficarra y John Requa nunca -toquemos madera- dirigirán una comedia de Adam Sandler. Son de los que, para entendernos, desactivan el enfoque automático para tener un margen con el que jugar dentro, por supuesto, de las prestaciones de un objetivo de distancia focal fija comprado en un centro comercial. De los que tienen su corazoncito para, como ya demostraron con 'Crazy, Stupid, Love' conjugar nombres, historia, industria, entretenimiento, humor, drama y amor propio en una sola producción como 'Focus' que, posiblemente, no invente nada nuevo pero que, posiblemente, sea a la vez muy eficiente a la hora de embaucarnos con un elegante y educado punto de desenfoque que usa el manual de base, pero no de fundamento. Y si no, siempre nos quedarán el sex appeal de Will y Margot.
Nota: 6,8
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
En esto creo que también influye nuestra experiencia como espectadores, la verdad.
Que facilidad teneis de ponerle notazas a mediocridades.
A mí me pareció muy digna, ¿qué quieras que diga?
Te pareció casi notable no muy digna y porque te daba palo redondear no le diste un siete.
No le dí un siete porque un notable aunque sea bajo le queda grande.