En la premisa fundamental del eterno juego del gato y el ratón, Michael Mann pone manos a la obra en la cinta 'Enemigos Públicos' (Public Enemies, EUA-2009); pero el juego suele acabar mal, pues el gato apenas si aparece y el ratón es Johnny Depp. Hay algo que no funciona en el juego, muy a pesar de que tiende a tener una clara división entre lo que Mann quiere lograr y lo que Mann puede lograr. Ese juego tiende verse un poco maniqueísta si en cuestiones de guión no se afianza la totalidad de los personajes y eso ocurre en esta ocasión.
Michael Mann, desde luego que es un gran director, y no necesariamente esto está dicho por su filmografía que peca de mínima y poco trascendente, sino por su particular estilo de dirección, muy logrado, intimista en ocasiones, reacio otras tantas y entremezclado en partes. Muy preocupado por lograr tener en sus personajes -sobretodo masculinos-, ese aire independiente en los que enarbola matices de soledad y tenacidad pero ataviados de moralidad indiscutible sea protagónico o antagónico. Lo cierto es que aunque el estilo se deja ver desde un inicio en 'Enemigos Públicos', el fondo de la historia está siempre precedido de una forma bastante pastosa que no permite entrar de lleno en ese fondo antes mencionado.
Conquistado por personajes pincelados por la abstracta línea de la benevolencia y el mal, es común encontrar similitudes con otras cintas del director en cuanto a la esquematización de los esbozos del guión a partir de la psicología de los personajes y del tratamiento que se les da a los mismos. Por ejemplo, podemos encontrar esta misma vertiente en 'Fuego contra Fuego' (Heat) teniendo a Al Pacino y a Robert de Niro interpretando papeles que bajo otras circuntancias, aquí interpretan Christian Bale y Depp respectivamente, en una cinta de temática más que similar, y con condiciones que sólo resultan diferentes en el contexto temporal en el que podemos ubicarlas. La de antaño desarrollada en el presente de 1995, y está de 2009 ubicada en la década pasada de los 30's.
En esta ocasión, Mann, en su guión -junto con otros-, adaptado del libro 'Enemigos Públicos: La gran oleada criminal en América y el nacimiento del FBI. 1933-34' (Public enemies: America's greatest crime wave and the birth of the FBI, 1933–34) de Bryan Burrough, nos relata la historia del agente del FBI Melvin Purvis (Bale), quien encomendado a ello, tiene en su punto de mira al famoso atracador de bancos John Dillinger (Depp) y a otros que le acompañan en su actividad delictuosa, en un intento de frenar la gran oleada criminal que se ha dado en Chicago y otros estados, durante el frenesí de la década de los años 30's.
El traslado de la época a la ficción cinematográfica queda estupendamente plasmada sin lugar a dudas, y es la misma adecuación en el logro de la escenografía a través de su dirección de arte, en las que tiene un espectacular logro acompasado de el diseño de vestuario, y un logrado uso de los peinados y el maquillaje. ¿Puede entonces algo salir mal si decimos que ya gran parte de lo criticado va por encima la media? La respuesta es anódina, pues hay algo que falla, y es difícil de identificar aunque no imposible.
Se nos va llevando de forma muy directa al desarrollo de la trama apenas empieza, y entonces se agradece, pues sin más preámbulo sabremos de que va la historia sin tanto meollo. No hay profundidad en la presentación de los personajes, y algunos que deberían ser importantes por alguna cuestión, son dejados de la mano, por lo incidentales que son y la poca proeza que representan en las acciones y su tiempo en pantalla. Decididamente es una cinta que está desarrollada para sus protagonistas; así que juzgando ese delineamiento hacia ellos, hemos de decir que sólo lo encontramos en el personaje de Deep, que a lo largo del metraje, si por lo menos no lo comprendemos a profundidad, sí lo entendemos por condescendencia.
Reprochable que Mann no pueda darles la misma importancia a Bale, que hace un interesante papel, y ese juego del gato y el ratón parece inexistente, pues apenas si aparece en pantalla para hacerle frente y tener una confrontación de apenas palabras en toda la cinta. La belleza andando de Marion Cotillard va por el mismo camino. Su incidencia en la trama va a parar en relevancia al final de al cinta, y lo cierto es que tampoco funcionan ni Bale, ni Cotillard como un entramado en la cinta en general, son personajes secundarios, que no afectan de ninguna manera el tema. Y es triste, porque Cotillard, trata de hacer gala de su capacidad histriónica solo al final.
Dejando de lado el guión, y avocándonos de nueva cuenta a la cuestión técnica, de destacar la fotografía de su casi incodicional Dante Spinotti con una imagen tan soberbia como pura con una característica peculiar, y es que a juzgar por la cantidad de escenas del tipo; están ahí con ese propósito. Nos referimos a las constantes escenas de tiroteos en los que la cámara se decanta por prescindir de filtros y mostrar imágenes un tanto más realistas, muy de video. Y es justamente aquí, en este tipo de secuencias, en las que podemos augurar el mejor aspecto a destacar; pues las metrallas, las ráfagas de fuego, cada bala impactada hacen que nuestros oídos reaccionen inmediatamente. De manera segura, deben tener su lugar apartado para ternas de sonido y edición de sonido en varias entregas de premios.
Y porque en esta cinta todo lo bueno tiene su propio enemigo, también hay una cuestión en lo anterior, pues es cansina tanta balacera en ocasiones así porque así, sin poder definir lo que está pasando, y sin que haya un resultado que dé lugar a un punto importante de la trama. La música de Elliot Goldenthal, no en su confort destacable, y de hecho algo raro que no opte Mann por acordes un poco más pesados a lo largo de la misma y sólo así en algunas partes. Una duración que se antoja elevada toda vez que no se cuenta mucho en la historia desarrolada, y que como enemigo público, el personaje principal deja esbozos de lo que pudo ser un gran personaje avasallador. No es que la cinta tema a contar algo importante o que no pueda hacerlo, lo que pasa es que no es una historia importante muy a pesar de que está bien realizada, muy bien orquestada, pero muy mal delineada. Entretenida, más no recomendable.
por ÁngelNeg
Joer es que la casca un 6,50 (redondeando es un 7 xD) y dice de ella que es sosa, que esperaba más, que se le hizo lenta, que el ritmo es irregular, etc...
Pero bueno, que conste que respeto todas las opiniones
Simplemente hago comentarios negativos porque empiezo desde la idea de que debería ser algo más. Séase, no le puedo dar menos nota que... no sé, a Hairspray, por ejemplo, porque para mi esta tiene más calidad como peli, aunque como esperaba más, los comentarios parecen totalmente negativos (y lo son), y de la otra lo contrario, porque no esperaba nada (o menos).
Para mi un 6'50 no es un notable, es un "Interesante". E interesante es, una cosa es que luego dentro de que sea interesante y "visible" no cumpla mis expectativas, por eso no le doy más, y por eso no le doy menos, nu sepo. Quizás debí darle un 6'25, porque releyéndolo sí parece como lo peor de lo peor, pero bueno, tampoco creo que pase nada, ¿no?
-es larga como ella sola, cuesta acabarla despierto
-no engancha en ninguna de sus historias
-está plagada de personajes insulsos, que te importan un carajo pese a que podrían haber sido mucho más divertidos (la banda de Dillinger)
-tiene unas situaciones rídiculas. El culmen de ellas
Spoiler
En la parte positiva, ademas de lo que he dicho arriba de la realización y ambientación, está Marion Cotillard, que es la única que mantiene el pabellón alto y consigue transmitir ALGO.
Nota 5,5