Comedias románticas llegan a manos llenas año con año y cada vez es más difícil sobresalir en este rubro. Cada comedia trata de sobresalir explotando los lugares comunes y pocas se atreven a separarse de las rutinas ya previamente probadas. Salirse siquiera del viejo continente y de alguna ciudad americana es todo un reto. Mark Steven Johnson toma el reto de no complicarse, irse por la fácil y demostrar que viejas fórmulas aún consiguen hacernos sonreír. Buen trabajo.
Kristen Bell después de su incursión como Verónica Mars y Gossip Girl no ha tenido demasiada aceptación en el celuloide. Pero ante tal situación las comedias románticas dan todo el campo necesario para que la estrella luzca en sus mejores galas y logre llegar a aquella audiencia para la cual es desconocida. Es evidente que el objetivo no era tanto realizar una comedia sino darle lucimiento a la bella chica que se encuentra en apuros y de la cual todos nos enamoramos sin remedio. Si esto ya es evidente entonces la labor de la producción es doblemente loable, pues nada les impide entregar un producto sólido en su totalidad.Las escenas principales matan el ritmo que sólo se pierde en algunos momentos cuando un melodrama hace su interrupción para darle un vuelco sentimental innecesario a la historia. Pero aunque cada comentario, situación y rutina que nos es presentada peca de predecible y efectiva. No podemos dejar de reírnos ante la química de la actriz con los personajes, las situaciones embarazosas, exageradas, falsas y fuera de lugar que nos hacen recordar que venimos a pasárnosla bien.
Cabe resaltar que los personajes secundarios brillan más que los primarios. Cada uno de los pretendientes de la protagonista tiene un ángel que nunca logra entregar Josh Duhamel ('Transformers: Revenge of the Fallen' 2009). Una pena que no se haya optado por darle rienda suelta a estos personajes encabezados por el guerrero de mil batallas Danny Devito ('The Good Night' 2007) que deja claro que podía dar más que el insípido e injustificado romance. A pesar de ello no desmerece en la absoluto lo que el conjunto logra, haciéndonos sonreír de manera continua a través de toda su duración.
Por Jálex