'El mejor' - Más tentadora para un actor que para un espectador
'El mejor (The Greatest)' es de esa clase de películas que resultan más tentadoras para cualquier actor que para un espectador en sí, ya que entre sus personajes principales no encontramos ninguno que no tenga, al menos, una escena de esas en las que su personaje da un golpe en la mesa, llora o grita rabiosamente y se deja llevar libremente por las emociones. En suma es un film de personajes, una producción independiente de esas en lo que lo importante es que no quede personaje alguno sin ser o estar jodido de alguna manera, y en donde el drama se esconde a cada cambio de plano y/o escena.
Y sea dicho de paso sin necesaria acritud pues no hay mal que por bien no venga, ya que si la idea es acercarse a una sala de cine para rebajar "el nivel azucarado" de las Navidades y ser testigo de un drama nada mejor que, valga la redundancia, 'El mejor', cinta correcta que se deja ver aun careciendo de la personalidad y la entereza suficiente como para que su nombre le interese a los que por estas fechas regalan premios día si y por la noche también. Pero lo dicho, se puede y se deja ver, y aunque no le haga honor a su nombre no quiere decir que no sea una más que aceptable propuesta.
Como ya he dicho lo importante en la película son sus actores, y sin el buen papel de estos esta producción probablemente no hubiera pasado de una sesión de tarde un sábado o domingo en Antena 3. Así, las diferencias más notables con respecto a cualquier telefilm ignorable tienen nombre propio, y se corresponden con el de sus tres más ilustres intérpretes, porque la película en sí no pasa de correcta y en la que a pie juntillas, como en toda producción independiente "de manual", su realización y factura técnica pasan desapercibidas en su devenir entre los créditos iniciales y los finales y al servicio de la narrativa y los personajes, resultando tan ejemplar como complaciente y constreñida a su modelo cinematográfico, y sin que de ello surja un film con auténtica personalidad.
Así, la verdadera excusa por la que darle una merecida oportunidad a 'El mejor' son: Pierce Brosnan, nuevamente empeñado en que alguien por fin le reconozca lo buen actor que es –y que es, que también se puede ser bueno a secas- y que pertenece al "viejo Hollywood" incombustible que, digan lo que digan, ahí sigue dando guerra y con mucho más carisma que muchos de los metro sexuales y estrellitas caducas de nueva generación; Susan Sarandon, excelente como siempre lo que a estas alturas ni sorprende ni causa emoción y así que hasta parezca que se repita y resulte cansina, en lo que representa "el lado oscuro" de ser una buena actriz; y Carey Mulligan, a la que desconocía pero de la que intuyo que su nominación a los Oscar ni es casual ni será la última, y que el futuro la anuncia como "otra" Winslet. Bueno, y por último nombrar a Aarón Johnson, que también merece una mención aunque sólo sea por aguantar el tipo aunque su rol pase más desapercibido (y que es el del "otro" hijo).
Resumiendo, 'El mejor' es una cinta tan sólida como correcta, fiel a sus propios planteamientos narrativos y heredera directa del cine independiente norteamericano más comedido tanto en la forma como en el fondo aunque eso sí, sin lograr traspasar la barrera del nivel medio aceptable y levantar pasión alguna. Su buen reparto le suma puntos, lo suficiente como para poder disfrutar de su visionado y que algo nos revuelva por dentro, pero poco más que añadir.
Nota: 6.4
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
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